Un ingeniero aeronáutico francés, obligado a dejar de correr por sus dolores de espalda, ha invertido doce años en desarrollar las zapatillas Enko, un calzado con amortiguadores incorporados que aspira a revolucionar el mercado de la carrera recreativa.

"La carrera genera choques, traumatismos que el organismo acepta cuando se trata de atletas profesionales, pero que en caso de personas con lesiones o sobrepeso se vuelven muy difíciles y que hacen que mucha gente abandone la carrera", explica el artífice de Enko Running Shoes, Christian Freschi.

Su zapatilla deportiva integra dos muelles bajo la planta que absorben el impacto del apoyo del pie y devuelven la energía acumulada cuando el talón despega del suelo para lanzar un nuevo ­paso.

"No liberan la energía hasta que el pie no levanta del suelo para propulsarse y son estables en reposo", comenta Freschi, sobre una tecnología que permite amortiguar hasta 20 milímetros cada apoyo, frente a los 2 o 3 milímetros del calzado deportivo tradicional, basado en materiales blandos o cámaras de aire.

Un par cuesta 359 euros y una zapatilla de la talla 42 pesa 380 gramos e incluye amortiguadores adaptados al peso del corredor y distintas velocidades, del paseo a la carrera.

Freschi, de 61 años, ingeniero aficionado a la carrera durante décadas, le aparecieron a los 50 años unos problemas de espalda. "Me dijeron que tenía que dejar de correr", comenta.

Instalado en Villepinte, Freschi había desarrollado su carrera profesional en el ámbito de la aeronáutica y aprovechó las herramientas y materiales, y sus conocimientos en mecánica para diseñar unas zapatillas que le permitieran volver a hacer footing.