La ONCE reclama que el sistema de lectoescritura braille se convierta en un idioma porque une a millones de personas ciegas de todo el mundo a la hora de acceder a su educación, a la lectura, a la información, al ocio, al empleo o para identificar los objetos que les rodean. Esta organización se suma así a los actos de celebración del Día Mundial del Braille, que tuvo lugar ayer, y asegura que se trata de una importante herramienta para la educación de los niños con discapacidad visual grave. "El alfabeto braille les permite tomar apuntes, leer un libro, etiquetar su ropa, sus libros y su música favorita, entre otras cosas", apostilla.

Sin ser un idioma, sino un método que engloba múltiples alfabetos, el sistema de lectoescritura braille es el nexo que une a millones de personas ciegas de todo el mundo a la hora de acceder a la alfabetización, a la educación, a la lectura, al acceso a la información, bien para disfrutar de sus momentos de ocio, para avanzar en la educación o en su puesto de trabajo, o bien para identificar los distintos objetos que les rodean en sus hogares, por ello el braille sigue siendo el sistema de lectoescritura que ofrece a las personas ciegas un mayor grado de autonomía.

La ONCE no solo defiende y promociona el uso del braille entre sus afiliados, sino que también vela por su correcto uso y por su implantación masiva en todos aquellos productos de uso cotidiano que permitan su etiquetado en braille.

Si bien existen otros métodos de lectura y de escritura que las personas ciegas y con discapacidad visual pueden utilizar, el braille es el único que les acerca a la lectura y a la escritura con el mismo nivel de intimidad y privacidad que ofrece, a quienes pueden ver, la lectura de un libro impreso y la casi extinta experiencia de coger un bolígrafo y escribir unas notas.

El braille es el vehículo principal en el que viaja la educación que los niños con discapacidad visual grave reciben en los Centros de Recursos Educativos de la ONCE y en todas las aulas de educación integrada del Estado. Y es precisamente en este segundo caso en el que la tentación de prescindir del braille puede ser quizás mayor en el que la ONCE hace más hincapié para que los alumnos ciegos no pierdan contacto con el braille. El alfabeto braille les permitirá tomar notas, leer un libro, etiquetar su ropa, sus libros y su música favorita.

La ONCE produce cada año adaptaciones al braille de los distintos libros de texto que los alumnos necesitan, así como otros que les apetezca leer. "A ellos y a cualquier otro afiliado a la ONCE, porque la lectura en braille no ha dejado nunca de ser una de nuestras prioridades", subraya la organización en un comunicado.