Los ministerios de Justicia y Sanidad de Holanda anunciaron ayer que han suavizado las condiciones para practicar la eutanasia a aquellos pacientes con demencia severa, para que puedan recibir asistencia para morir incluso si son incapaces de dar a conocer sus propios sentimientos. Sin embargo, tendrán que tener firmada una declaración de eutanasia junto a su médico de cabecera antes de que su estado sea lo suficientemente grave como para considerar que se les practique eutanasia.

La legislación actual requiere que los pacientes deben ser capaces de comunicar de forma clara que desean morir, algo que algunas personas con demencia severa y problemas físicos derivados no pueden realizar. Las nuevas directrices establecen que, en estos casos, el doctor puede llevar a cabo la eutanasia, incluso si el paciente es incapaz de comunicar su intención con sus propias palabras, siempre que exista escrito autorizante firmado con anterioridad.