"Creativa y dicharachera", así se definió ayer María, la ganadora de MasterChef Júnior 3, quien sacó su "muchosidad" como si fuera Alicia en el País de las Maravillas para realizar un menú que deslumbró a Quique Dacosta y Dani García por su complejidad y coherencia.

"Estoy muy orgullosa de mí misma porque he conseguido mi sueño y eso me demuestra que si lucho por algo, lo puedo conseguir", dijo esta madrileña de 11 años durante su "puesta de largo" tras alzarse con la victoria de este concurso en el que se presentó a la final con un milhojas deconstruido de verduras y carabinero, un atún en tres cocciones y un postre de Jordi Roca.

Pero aparte de llevar este menú, según puntualizó, a esta lucha contra el otro finalista, el barcelonés Lukas, se llevó un rosario en el "bolsillo", y la "muchosidad" que le aconsejó que "sacara" su madre", que es la "esencia" que el sombrerero le pide que recupere a la niña del cuento de Lewis Carroll.

A la espera de llegar hoy al colegio, María confesó que en el futuro espera "verse bien" en sus estudios, seguir siendo "feliz" y seguir pensando que si "sueña" algo lo puede conseguir.

Una ambición que compaginará, a la espera de tenerlo claro, con las dos profesiones que quiere ejercer: la de actriz, o la de chef, que no cocinera, porque para María el termino internacional le "suena mejor".

El cocinero Pepe Rodríguez, uno de los tres miembros del jurado de MasterChef Júnior, (compuesto también por Jordi Cruz y Samantha Vallejo-Nájera) destacó de la ganadora su "progresión" durante el programa, una cualidad que valoran por encima de otras.

María ha ganado un premio de 12.000 euros, un trofeo y un curso en el Basque Culinary Center que realizará en verano.