Ayer fue un día emocionante para los menores transexuales de Canarias ya que, por fin, su nombre social ha quedado reflejado en la tarjeta sanitaria del Servicio Canario de Salud sin que exista modificación previa de los datos del Registro Civil. Esta noticia convierte al Archipiélago en la segunda comunidad española, después de la catalana que lo aprobó hace varios días, en reconocer este derecho.
Por este motivo, tanto los jóvenes como sus familiares se reunieron ayer en el salón de actos del Centro de Salud de Canalejas para celebrarlo y recibir la nueva documentación en un acto solemne. Esto, como bien explicaron los propios jóvenes, va a suponer un alivio en sus vidas diarias, además de evitar muchísimos problemas y situaciones incómodas. La presidenta de la Asociación de Familiares de Menores Transexuales de Canarias Chrysallis Canarias, Eva Pascual, ha sido la madre coraje que, tras contactar con el responsable de la tarjeta sanitaria de la gerencia de atención primaria del sur de Gran Canaria, José Manuel Reyes, logró que se movieran los hilos administrativos para este cambio.
Los dos asistieron al evento de ayer junto al director general de Programas Asistenciales del Servicio Canario de la Salud, Bernardo Macías; el gerente de Atención Primaria de Gran Canaria, Carlos Jorge, y el director de gestión del área sur de Gran Canaria, José Ramón Medina. Ahora mismo en Chrisallis Canarias hay inscritos 16 adolescentes. Precisamente, Eva Pascual destaca la importancia de esta noticia. "Esto va a significar ir al médico sin que nos duela la barriga, que mi hijo esté en la sala de espera jugando como otro niño cualquiera sin la inquietud de quién me va a llamar, esto significa sobre todo tranquilidad, vida fácil". Para la presidenta de la Asociación es importante a nivel nacional y un hito histórico. "Hay muchos niños que no quieren ni ir al médico, simplemente para no pasar el mal rato ya que lo van a llamar como no es o como no se siente". Eva Pascual subraya que "es duro que hables de la transexualidad de tu hijo y que no te quieran ni escuchar ya que los problemas no solo los encontrábamos en el pediatra , sino en el Materno o en el Insular. Yo siempre le respondía a mi hijo que mami no lo puede cambiar todo". Sin embargo, estas amarguras cambiaron con la aparición de José Manuel Reyes, responsable de la tarjeta sanitaria del sur de Gran Canaria, que se comprometió a hablar con sus compañeros y estudiar el caso. "Me llamó un 26 de diciembre, ha sido nuestro rey mago", afirmó.
Precisamente, José Manuel Reyes recuerda ese preciso momento. "Cuando ella me cuenta la problemática yo me dije que hasta aquí habíamos llegado, que de aquí no iba a salir sin una solución". Después del verano, Eva Pascual le llevó la documentación a Reyes. "La estuvimos estudiando y revisando, miramos la ley que se ponía en marcha seis meses tras publicarse en el BOE y empecé a hablar con el gerente, el director de gestión y el informático para cambiar la base de datos conectada con el Materno Insular, el Negrín, Pediatría, etc.", recuerda. Y es que, efectivamente, la Ley 8/2014, de 24 de octubre de no discriminación por motivos de identidad de género y de reconocimiento de los derechos de las personas transexuales, que entró en vigor el 5 de mayo de 2015, amparaba estos derechos.
Por su parte, el director general de Programas Asistenciales del Servicio Canario de la Salud, Bernardo Macías, afirma que "esto es un gran paso", apuntó, "a pesar de todas sus dificultades", y añadió que Canarias es la primera comunidad con el cambio en la mención relativa al sexo en la propia documentación. "Esto representa un avance extraordinario para que estas personas tengan más posibilidades de no caer en situación de agravios, situaciones incómodas en relación con su situación sexual. La ley está publicada en el Boletín Oficial de Canarias y tenemos que trabajar con ellos", añadió.
Luis Melián Pérez, de 15 años, que tiene asma crónico, fue uno de los jóvenes que recogió su tarjeta. "Me he criado básicamente en hospitales y no hay noche de verano que no pase en Urgencias con ataque de asma", afirmaba. "Pero, ahora, el poder tener la pulsera con mi nombre, después de quince años, es la mejor noticia". Valentina Pérez Cerezo, de 12, recordaba cómo hace solo varios días en el centro de salud la llamaban como Gabriel. "Todas las miradas se centraron en mí y me sentí bastante mal", dijo.
