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Entrevista

Santandreu: "Lo único que se necesita para ser feliz es el agua y la comida del día"

"El buen amor es aquel en el que puedes decir a tu pareja: ´Cariño, te quiero mucho, pero no te necesito nada", explica el psicólogo y autor de ´Las gafas de la felicidad´

El psicólogo Rafael Santandreu. LA PROVINCIA / DLP

Se habla y se escribe mucho sobre la felicidad ¿Resulta tan difícil alcanzarla?

No debería ser difícil alcanzar la felicidad porque el ser huma- no está hecho para ser feliz. Eso ya lo dijo Charles Darwin: "Después de todos los viajes que he hecho y de todas las especies que he investigado, he llegado a la conclusión de que el destino natural del ser humano es ser inmensamente feliz". ¿Por qué? Porque todos los animales lo son y no sería evolutivo que no fuera así. Y él mismo se preguntaba por qué no lo somos y respondía que la causa era que no vivíamos de manera natural. Esto significa que hemos desarrollado una filosofía de vida equivocada y por eso no somos felices, como no lo son los osos encerrados en un zoológico. Pero ser feliz es lo más natural del mundo y lo más normal, ser inmensamente feliz.

¿Esta filosofía de vida equivoca en qué está basada?

Vivimos en la sociedad de la hiperexigencia. Nosotros nos exigimos muchísimo, exigimos demasiado a los demás y al mundo en general. Y estas superexigencias derivan en una enfermedad que yo llamo necesititis, que es la madre de la enfermedad emocional, es la creencia de que necesitas mucho para estar bien. Cuando digo esto la gente suele pensar en cosas materiales, pero son peores las necesidades inventadas, inmateriales, como, por ejemplo: "Necesito que todo el mundo me respete, necesito tener una vida emocionante, necesito alguien que me quiera a mi lado y si no, soy un gusano de la peor especie, un fracaso y mi vida es un asco". Sin embargo, la salud mental viene dada por una mente preferencias. Es decir, me gustarían ciertas cosas, pero no las necesito para ser feliz.

¿Qué es lo que necesitamos para ser feliz?

Yo lo digo una y otra vez por conferencias por toda España y me sorprende que la gente se sorprenda. No lo entiendo, porque es obvio. Lo único que se necesita para ser feliz es el agua y la comida del día. Si más o menos puedes conseguir eso, tú puedes ser la persona más feliz del planeta.

Es decir, tener nuestras necesidades básicas cubiertas.

Exactamente. No necesitas pareja, no necesitas muchos amigos, no necesitas un empleo, no necesitas ser respetado, etc. Es mucho más sencillo.

¿Estas necesidades quién las impone? ¿La sociedad, la familia, la publicidad...?

De todo un poco. Nos las transmite la sociedad, pero también nos las transmite otras personas neuróticas, una familia neurótica. Y uno mismo también, a través de las conclusiones a las que uno llega. Por lo tanto todo el mundo es responsable de la neurosis colectiva que vivimos en la actualidad, que es brutal. En la actualidad estamos en el índice más alto de la historia de neurosis e infelicidad. Tres de cada 10 personas tienen depresión o ansiedad a niveles elevados. Nunca se había alcanzado estos niveles de infelicidad.

¿Hay cada vez más personas infelices?

Sí y no va a dejar de subir. Se calcula que en el año 2050, el 50% de la población estará mal, mal de no poder ir a trabajar.

¿En esta infelicidad influye la ostentación de las posesiones de las personas famosas, como casas, coches y ropa, a través de internet o de las redes sociales?

Sí y no. Esas expresiones sociales son el resultado de una filosofía de vida que si no fuesen de una manera, serían de otra. Si no existiesen blogs, existiría otra cosa que nos transmitiría esa necesidad. El dueño de tu mente eres tú. Si tú te amueblas muy bien, eso no te va a afectar en absoluto.

¿Dependemos de otras personas para ser felices?

La de la pareja es una de las necesidades inventadas que más neuras provoca. De hecho, la causa número uno de suicidio es por depresión por abandono. El buen amor es aquel en el que tú le podrías decir a tu pareja: "Cariño, te quiero mucho, pero no te necesito nada y yo quiero que me quieras así". De tal manera que si tú me dejas mañana, yo seguiré exactamente feliz o más. Yo te amo en libertad, no porque dependa de ti, sino porque quiero compartir cosas contigo.

¿Por qué se le da tanta importancia al sentido romántico de la pareja?

Simple y llanamente porque nos lo han vendido así. Y pensamos que es así. Tú pones la radio en cualquier sitio del mundo y sale una canción que en el 90% de los casos es de amor y de amor neurótico: "Sin ti yo muero, sin ti no soy nada..." Nos han vendidos que el amor auténtico es el amor neurótico y dependiente. Causa un gran problema porque si no lo tienes o lo pierdes, te conviertes en un desgraciado. Y si lo consigues, también porque vas a tener unas expectativas desmesuradas y no te va a dar la felicidad. Y pensarás que has fracasado en tu pareja. Eres tú el que estás buscando la felicidad en el exterior y no en el interior.

¿Se puede decir: Yo soy feliz?

Las personas fuertes a nivel mental te dirán muy rápidamente que son superfelices. ¿Cómo lo saben ellos? Se distinguen porque una persona muy feliz es una persona muy sosegada que disfruta enormemente de las pequeñas cosas (una copa de vino, el amanecer, el viento sobre su cara...) Y prácticamente todos los días tiene una experiencia de plenitud estática. Esas personas existen en abundancia. Claro que el ser humano puede vivir de manera feliz. La misma pregunta indica lo confundidos que estamos, que hasta dudamos de que el estado natural del ser humano exista.

¿Usted se considera una persona feliz?

No sólo tengo la suerte de ser muy feliz, sino que cada vez lo soy más. Se suele decir que el perio-do más feliz de las personas es la niñez y la juventud. Es mentira. El periodo más feliz cada vez es mayor si aprendes a pensar correctamente.

Quizá esté relacionado con que cuando eres más pequeño tienes menos obligaciones y, por lo tanto, menos estrés.

Confundimos responsabilidades con obligaciones. Una persona bien amueblada mentalmente, todo lo que hace lo disfruta, no tiene ninguna obligación y es capaz de renunciar a cualquier cosa en cada momento. Por eso no existe para él el estrés.

¿Qué quiere expresar con el título de su último libro: Las gafas de la felicidad

El título expresa el fundamento de la psicología que yo practico, psicología congestiva o psicología del pensamiento. El concepto es: No nos afecta lo que nos sucede, sino lo que nos decimos acerca de lo que nos sucede. Tú controlas tu diálogo interno, tu mundo emocional cambia completamente. Esas son las gafas de la felicidad, que en realidad es tu diálogo interno.

¿La idea es que nosotros somos capaces de encontrar la felicidad?

Efectivamente. Yo suelo oír a gente que dice que cierta persona le pone de los nervios, pero no es verdad. Lo que sucede es que esa persona hace algo y tú te dices a ti mismo que eso es intolerable y te pones de los nervios. La prueba es que esa persona suscita emociones diferentes a otras personas. Nosotros tenemos el control de lo que sentimos ante cada adversidad, pero depende de que tú tengas una creencia racional acerca de lo que ha sucedido, en vez de irracional. Mis pacientes llevan a cabo una hora diaria para revisar lo que se dicen cuando les pasan adversidades y cambiar eso que se dicen. Tenerlo en clave de preferencia, pero no de exigencia. Hay un concepto interesante, que es que yo llamo la terribilitis, que es la tendencia a decirse a sí mismo que cualquier adversidad es terrible. Sin embargo, la gente más fuerte y feliz considera que no hay nada terrible en esta vida, ni la muerte. Porque mientras estés vivo puedes hacer cosas valiosas que te den satisfacciones.

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