¿Cómo surge la idea de crear el manual?
Después de haber tenido experiencia en clase y como profesor con los niños de mi entorno, al final lo que se te despierta es una preocupación por el uso que están haciendo los más jóvenes de las redes sociales. Viendo que tampoco hay demasiados contenidos al uso como manuales de texto de cómo emplear las redes sociales, cómo hacerlo con seguridad y cómo proyectar la identidad, surgió la idea de hacer un manual de texto para los alumnos, los profesores y que también pueden aprovechar los propios padres para intentar entrar en una dinámica de buenas prácticas en familia y con los más pequeños.
Y va dirigido a niños de una edad en concreto, ¿no?
Alumnos de secundaria, básicamente, de entre primero y cuarto de la ESO.
¿Lo ha propuesto ya en centros educativos?
El libro se acaba de editar y la idea es ponerlo a disposición de la comunidad educativa y que pueda, incluso, presentarse no solo el producto, sino que también hay voluntad de ofrecer clases, charlas o módulos concretos para poder impartir también en los colegios. En este sentido, cuento con el apoyo de la plataforma educativa Lpa Fábrika, que tiene una importante experiencia en dar clases de robótica, de programación y de impresión 3D para todas las edades.
¿Ha propuesto incluso la posibilidad de que se cree una asignatura?
Yo creo que se trata de contenidos que deben ser como los idiomas, la lengua o incluso las matemáticas; son contenidos que son transversales a las asignaturas, porque en todas ellas tenemos que recurrir, a la larga, a internet. Y también son susceptibles de acceder a redes sociales para adquirir información relacionada con la materia. Son conocimientos que los alumnos y los profesores van a tener que estudiar para poder dar las asignaturas dentro de las nuevas tecnologías.
Entonces interesaría a cualquier profesor de cualquier asignatura.
Sí. El manual está dentro del proyecto educativo de la editorial Mercurio, que ya lo ha puesto a la venta en las tiendas donde se pueden encontrar libros de texto al uso, así como en su web. La idea es ofrecer un material y una programación didáctica que además se puede impartir en los colegios.
¿Qué destacaría del contenido del libro?
Se divide en cinco unidades didácticas con sus ejercicios, con su programación. Y los temas hablan sobre contenidos como qué es internet, el uso de los dispositivos móviles, la seguridad y la privacidad y la regulación legal en España sobre el uso de las redes sociales, que todavía está un poco indefinida. La idea es también ofrecer un tema en el que se puedan impartir conocimientos sobre cómo proyectar la identidad en las redes.
¿Por ejemplo?
Si por ejemplo eres estudiante y tienes una inquietud sobre el fútbol puedes hacer un blog de fútbol, nombrando a las fuentes, siendo respetuoso con los de- más usuarios... y no tienes por qué desvelar demasiados datos per-sonales. Y luego están la seguridad y la privacidad, que son muy importantes; hay que enseñar a los alumnos cómo crear un perfil social, cómo hay que actuar en las redes con las menciones y las etiquetas, tener cuidado con el material gráfico y audiovisual que se sube, qué es lo que debemos exponer y qué no... También, por ejemplo, hay ejercicios en la línea de, si uno tiene una empresa, ¿hay que mirar el perfil social de los candidatos? Para que el alumno se dé la vuelta, haga su planteamiento y tenga presente que las redes son terreno públi- co y que hay que tener precaución en su uso.
¿Cuál es el principal consejo que da a los alumnos en el libro de cara a un uso responsable de las redes sociales?
En general, los consejos están ligados al sentido común. En España, en principio, con la Ley de Protección de Datos en mano, los menores de 14 años no pueden abrirse un perfil social y los que tienen entre 14 y 18 tienen que contar con autorización paterna. Pero en la práctica nos encontramos con numerosas situaciones en las que esto no se cumple, y es habitual ver a niños de diez u once años con móviles con Whatsapp. ¿Cuál es el consejo? Que el uso, sobre todo en los más jóvenes, siempre sea tutelado por los padres y profesores. Los padres deben implicarse en este asunto, porque si no, no puedes aconsejar correctamente a tus hijos. Y hay que saber que, para construir un perfil, se piden unos datos concretos, y hay que instruir, entre todos, a los más jóvenes; y los padres también pueden aprender con eso. En definitiva, el principal consejo es que se les dé un uso que sea en familia y que se apliquen las principales cuestiones que dicta el sentido común; por ejemplo, no revelar demasiados datos privados. Eso pasa mucho y hay que incidir en ello.
¿Diría que es el principal error que cometen los jóvenes en las redes sociales?
La imprudencia de desvelar cosas que no deben. Hay un runrún social sobre que hay que tener cuidado con las redes sociales, pero no se explica cómo hay que usarlas. Ahí es donde entra este libro, en el cómo. Hay que ser prudente y también hay que educar en el uso de las redes sociales, porque con la importancia que está adquiriendo la cultura digital hoy día no se puede vetar este uso. Eso sí, procurar que sea a las edades que permite la ley y siempre con un uso tutelado y vigilado, con cuestiones de sentido común como no darle a un niño de diez o doce años un ordenador para que lo tenga él solo en su habitación, que el acceso a los móviles sea controlado y dentro de unos límites, cómo exponerse... Al fin y al cabo, todo lo que desarrolle el alumno va a ser la identidad que proyecte en el futuro de forma pública.
Entonces, va dirigido también a cualquier persona que haga uso de las redes sociales, no solo a jóvenes.
Sí, como las personas que se quieran iniciar en este mundo y recibir unas nociones generales y básicas sobre cada red social, incluidas las redes de mensajería.
