El cáncer no es estático, sino que se desplaza porque se encuentra en órganos que, a su vez, se desplazan a causa de la respiración o de los movimientos intestinales, entre otros factores. Hasta la fecha los tratamientos eran incapaces de seguir el desplazamiento del tumor. Por este motivo un equipo de especialistas del Hospital Doctor Negrín ha puesto en marcha un sistema de GPS que permite localizar el tumor de forma precisa cuando se inicia el tratamiento de radioterapia, por lo que disminuye el número de sesiones y los efectos secundarios.

El primero de los pacientes en someterse a esta técnica, pionera en España, ha sido un hombre de 74 años con cáncer de próstata. Antes de comenzar la radioterapia, los especialistas insertaron en la próstata del paciente, vía transrectal, tres pequeños dispositivos o "semillas" que emiten ondas electromagnéticas a un "satélite" situado encima del paciente.

El sistema está conectado con el acelerador lineal, al que le indica cuándo puede administrar la radiación y cuándo debe parar hasta que el tumor vuelva a su posición original para que el tratamiento sea totalmente seguro. Con esta técnica, el tratamiento se dirige con una gran precisión a las células tumorales, por lo que la radiación se reduce en los órganos colindantes.

"Es la primera vez que esta técnica se aplica en España. Supone un tremendo avance en la precisión y en la mejora de atención y tratamiento contra el cáncer. Nos permite saber dónde están los tumores, saber a dónde van y tratarlos de la forma más precisa", indicó ayer Pedro Lara, jefe del Servicio de Oncología Radioterápica del Hospital Doctor Negrín y coordinador del equipo de profesionales que ha puesto en marcha esta técnica, integrado por urólogos, físicos médicos y oncólogos radioterápicos. "La idea es tratar los tumores de una forma acompasada a los movimientos", añadió Lara.

Como los tumores se mueven, hasta ahora la única opción a la hora de aplicar radioterapia era incrementar el margen de seguridad alrededor del tumor para asegurarse de que efectivamente se encuentre dentro. Sin embargo, con el sistema GPS (Sistema de Posicionamiento Global, cuyo uso está ya generalizado en la conducción de vehículos) no hace falta radiar más de lo estrictamente necesario, ya que permite conocer dónde está el tumor en cada momento y no actúa cuando éste, por el contrario, se encuentra fuera de la localización exacta.

Los beneficios son numerosos. Además de la reducción del número de sesiones de radioterapia, se disminuyen los efectos secundarios, como señaló ayer José Ignacio Rodríguez, especialista del servicio de Oncología Radioterapia. Las molestias intestinales pasan del 16% al 2%; las molestias urinarias, del 16,5 % al 4%; y la disfunción sexual del 12% al 0%.

"Este sistema supone hasta tres veces menos de toxicidad, así como cero en cuanto a disfunción sexual, algo que no consigue ningún otro tratamiento", alabó Lara, que también estuvo acompañado en la presentación de la técnica por Reinaldo Marrero, especialista del servicio de Urología, y José Luis Pérez, especialista del servicio de Física Médica. El equipo espera que, a raíz de los buenos resultados, otros hospitales españoles se animen a utilizar esta técnica.