¿Qué objetivo tienen las III Jornadas de Trastorno de déficit de atención hiperactiva (TDAH) de Santa Lucía?
Reunir una vez más a los distintos profesionales involucrados en la atención del niño y adolescente con TDAH y sus familias para compartir sus experiencias , dudas e inquietudes. El único fin es mejorar la calidad de vida de estos niños y niñas y la de sus familias.
¿Qué aspectos van a abordar?
Se desarrollará el concepto del trastorno y lo que implica para la vida del paciente, cuáles son las opciones de tratamiento, cómo debemos coordinarnos entre los colegios, las familias y los sanitarios para obtener mejores resultados. Se expondrá también cuáles son los síntomas y las manifestaciones de TDAH, así como los problemas que pueden venir como la ansiedad, los trastornos de conducta. El martes por la mañana tendremos talleres participativos donde se darán pautas de actuación en el hogar y en los colegios. El programa es amplio y muy completo
¿Qué nivel de matrícula hay?
Hay unos 500 inscritos en las Jornadas y 70 en los talleres del martes por la mañana.
¿Cuál es el balance de las otras dos que se celebraron en Vecindario?
Fueron un éxito en número y en participación de los asistentes con muy buenas críticas. Fue un foro en donde todos aprendimos y salimos satisfechos.
¿Qué es el TDAH?
Es un trastorno de desarrollo que se traduce en diferentes grados de falta de atención, sobreactividad e impulsividad inapropiados para la edad del paciente que puede aparecer en preescolares y perdurar hasta la edad adulta.
¿Cuál es la causa?
La causa radica en la disminución, a nivel de una zona del cerebro, de algunos neurotransmisores que son sustancias que llevan información entre las células.
¿Qué efectos tiene?
Esa parte del cerebro es la que nos permite planificar, tomar decisiones conscientes, inhibir o frenar ideas, pensamientos y comportamientos, prestar atención a las acciones que realizamos y posibilita la atención continua y sostenida. La disminución de esos neurotransmisores hace que todas o algunas de estas funciones estén disminuidas.
¿Es verdad que los bebés amamantados desarrollan menos el TDAH?
No hay evidencia de ello, pero sí que los niños que sus madres han consumido tabaco u otros tóxicos durante el embarazo la posibilidad de TDAH es 2,5 veces mayor.
¿Cuál es la situación de afectados del TDAH en Santa Lucía?
Aproximadamente del 4% al 7% de los menores de 14 años. Luego el porcentaje disminuye aunque sigue siendo considerable.
¿Qué porcentaje de adultos mantiene este trastorno?
Es un porcentaje importante. La mitad de los pacientes con TDAH sigue manifestando sus síntomas.
¿Cuál es su experiencia como pediatra en las consultas?
Por suerte cada vez se detecta más precozmente el TDAH entre los profesores y las familias. El niño o la niña agradecen que les ayudemos, aunque falta mucho camino por recorrer.
¿Están preparados los profesores para detectarlo?
Cada vez más. Es uno de los objetivos de la formación e información que existe en la actualidad, para que educadores y profesionales sanitarios sepamos abordar cada vez mejor esta situación.
¿Cómo lo llevan los padres?
Con mucha angustia al principio, porque se sienten desorientados ante el diagnóstico o la sospecha de que su hija o hijo lo padezca. Luego lo aceptan y van a por todas, colaborando con los tratamientos y solicitando mejorar toda la asistencia de sus hijos.
¿Qué se puede hacer para su prevención o cura?
Lo más importante para prevenir las consecuencias de la baja autoestima, la impulsividad y el fracaso escolar que sufren estos pacientes es el diagnóstico precoz y el tratamiento adecuado, incluido el tratamiento farmacológico.
¿Hay alguna herramienta que ayude a paliar tal patología?
Muchas, pero creo que lo principal es que no los llamemos trasto, desastre ni gandul, sino por sus nombres, que aceptemos sus dificultades y que podamos intentar entre todos que las puedan superar. Debemos estimular sus puntos fuertes como la creatividad, la actividad física o habilidades especiales con las que se sienta a gusto, en definitiva, que sean felices.
¿Qué pide a las instituciones?
Que consideren prioritario dotar a los centros educativos y sanitarios de los recursos adecuados para que los menores con TDAH y los que presentan otros trastornos del neurodesarrollo como por ejemplo los que pertenecen al espectro autista reciban el apoyo académico, el tratamiento psicológico, incluido el entrenamiento de sus padres para manejar la conducta de sus hijos, y el tratamiento farmacológico necesario para que puedan desarrollar todo su potencial y optimizar su calidad de vida y la de sus familias.
