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Herrera Piqué: "Feuillée fue el primer explorador en la historia de la ciencia moderna"

"El fraile francés midió en 1724 la posición del meridiano de El Hierro con bastante precisión para la época", manifiesta el historiador

Alfredo Herrera Piqué, investigador e historiador, en la Casa de Colón. J. C. CASTRO

¿Cómo surge este libro y su investigación acerca de la actividad científica de Louis Feuillée?

Es una vieja historia. Surge en París en 1978. Localicé en la Biblioteca nacional de Francia una copia del manuscrito que él había realizado sobre su viaje a las Islas Canarias en 1724. Al año siguiente localicé el original, que era completamente desconocido y que incluye el informe que dirigió a la Academia Real de Ciencias de Francia, porque había sido enviado para determinar la posición del meridiano de El Hierro y para medir la altitud del Teide. En 1980 realicé una primera ponencia en los coloquios de Historia Canario-Americana al respecto y le dediqué el primer capítulo del libro Las Islas Canarias, escala científica en el Atlántico. Este recorrido culmina, hasta ahora, en el libro Pasión y aventura en la ciencia de las luces y publico la única edición facsímil del manuscrito de Canarias que cuenta con 370 páginas y 42 láminas.

¿Cómo describiría usted el valor histórico de Louis Feuillée?

Fue un fraile de la orden de Los Mínimos, en la región francesa de Provenza. El entró, como hermano de servicio, muy joven y estudió matemáticas, astronomía, cartografía y botánica, que eran las principales disciplinas de los conventos provenzales en una época que se conoce como la primavera de la revolución científica. Hace sus primeras observaciones astronómicas y las traslada a las Memorias de la Academia de Ciencias y al Observatorio de París. En el año 1700 hace su primer viaje con el astrónomo francés Jacques Cassini con la intención de fijar las coordenadas de las principales ciudades del Mediterráneo Oriental. Le sigue un viaje de tres años a las Antillas Francesas. Luego recorre América del Sur entre 1707 y 1711. Explora el Río de la Plata en un barco que se llamó San Juan Bautista y que capitaneó un corsario. Llega hasta las costas de Perú y estudia el cielo austral, que era desconocido.

Usted defiende en el libro que es el primer científico explorador. ¿En qué se basa?

Fue el primero junto con el astrónomo Edmund Halley, pero éste hizo otro tipo de investigaciones en el Atlántico relacionados con el magnetismo terrestre. Feuillée fue el primero en recorrer vastos territorios con una formación científica sólida y aplicando la ciencia empírica y experimental a una serie de aspectos de la naturaleza. En este libro dedicó una parte extensa a los estudios en América, que son anteriores a su viaje a Canarias.

¿Qué islas explora y estudia?

El Gobierno francés lo envía con una finalidad geoestratégica relacionada con sus intereses navales en el Atlántico. Fue enviado a El Hierro para determinar la posición del meridiano. Hace escala en Tenerife, donde estuvo unos meses y calculó las coordenadas de La Laguna, La Orotava y el Teide. Ascendió al Teide. Calculó su altitud desde el Puerto de la Cruz y obtuvo un resultado excesivo al fijarlo en unos 4.400 metros, pero era la primera vez y, entonces, se decía que podía ser la montaña más alta del mundo. También aproximó la medida del volcán a su dimensión real. También hizo una medición barométrica en la cima. A parte, hizo exploraciones botánicas. Describió una docena de plantas endémicas y otras 20 compartidas con Madeira y Azores. Entre las endémicas describió la violeta del Teide y el drago. Se dirigió a Santa Cruz de La Palma y de ahí a El Hierro, a donde llega en agosto de 1724. Intentó hacer un calculo astronómico pero se encontró con la neblina de Valverde y no pudo. Pero hizo una triangulación, por un procedimiento matemático, y calculó la posición del meridiano en 19 horas, 55 minutos y 3 segundos. Esto, para la época y los instrumentos fue bastante aproximada.

¿Qué uso se dio a sus investigaciones?

La pena fue que el manuscrito de Feuillée permaneció inédito y solo lo conocieron en su momento algunos astrónomos de París. Permaneció oculto en la Biblioteca Nacional.

¿Cree necesario poner en valor la figura de Feuillée?

Sí, porque es el primer explorador en la historia de la ciencia moderna. Y esto que digo no se ha dicho antes. El manuscrito que localizo en 1978 era absolutamente desconocido tanto en España como en Francia, donde Feuillée es poco conocido. Feuillée inicia las exploraciones del siglo de la Ilustración. Después tiene un segundo capítulo en busca de medir la tierra y ver si se achataba por los polos. Posteriormente, tienen lugar grandes exploraciones científicas al rededor del mundo de la segunda mitad del siglo XVIII y que culmina con Von Humbolt, que fue el que proyectó expediciones, junto con Buch y Smith, para reconocer Canarias científicamente.

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