La actividad física controlada aporta numerosos beneficios a los pacientes en tratamiento oncológico. Daniel López, médico rehabilitador del Hospital Doctor Negrín, aconseja a los enfermos de cáncer que no tengan miedo y practiquen un ejercicio individualizado y pautado por un especialista.

Entre los efectos positivos de realizar ejercicio se encuentra la mejora de la calidad de vida, la reducción del cansancio y de la dificultad para respirar, además lleva aparejado un incremento del buen estado de humor y de ánimo. "Es muy importante la realización de actividad física. A pesar de estar en tratamiento, con radioterapia o con quimioterapia, es importante practicar actividad física, siempre bajo prescripción facultativa y siempre atendiendo a la tolerancia de su estado", señala López, que acudehoy a las jornadas Canarias contra el Cáncer, en el Club LA PROVINCIA.

"Los pacientes no deben tener miedo y deben hacer actividad física controlada. Durante el proceso oncológico se puede realizar perfectamente", subraya el médico rehabilitador que reconoce que "inmediatamente después del tratamiento de quimioterapia o radioterapia no apetece, pero está demostrado que se puede hacer y que es beneficioso para el paciente, entre otras cosas, le ayuda en el estado de ánimo".

Estos ejercicios se pueden llevar a cabo en el ámbito hospitalario o de forma ambulatoria. Y pueden ser suaves, como caminar o montar en bicicleta, o más específicos si, por ejemplo, necesita recuperar la movilidad de una parte del cuerpo.

López revela que cerca del 95% de los pacientes en tratamiento oncológico hacen ejercicio físico. "Lo agradecen porque se autoimponen límites que no son reales. Por eso los profesionales les ayudamos a vencer esos miedos", apunta.

El especialista recuerda que el proceso oncológico puede ser muy largo, por lo que hay pacientes que se van deteriorando mucho durante este proceso. "La actividad física evita que el deterioro vaya avanzando", manifiesta.

Pero no sólo se centra en la actividad durante el tratamiento, sino que recomienda llevarla a cabo en todo momento. "Está demostrado que reduce las probabilidad de sufrir un cáncer. Así que hay que hacer ejercicio antes, durante y después", concluye.