El Jubileo propició ayer la inauguración en Roma de la primera feria de artículos religiosos, arte sacro y objetos relacionados con la actividad de la Iglesia católica y sus instituciones, con la exhibición de un rosario gigante. Este rosario vencedor del Guinness World Records por sus 83 metros de largo protagonizó la apertura de Fides Roma, feria que se prolongará hasta el lunes y que celebra su primera edición con las últimas novedades de objetos religiosos y ornamentación litúrgica.

Los artífices de ese rosario formado por enormes bolas de poliestireno fueron 30 voluntarios de la Unión Nacional Italiana de Transporte de Enfermos a Lourdes y Santuarios Internacionales. "Esta feria es una novedad en el panorama religioso de Roma y conseguirá reunir a los más importantes productores italianos y extranjeros de objetos litúrgicos y de devoción", dijo el presidente de la Comisión de Cultura y Turismo de la región italiana del Lazio, Cristian Carrara, sobre este evento inédito.

Durante esta feria se dará la oportunidad de "abrir al mundo una puerta a lo invisible", declaró Carrara en la inauguración en la que destacó la exhibición del enorme rosario, un objeto que ya se ha utilizado para congregar a miles de personas al rezo en espacios públicos desde que en 2012 Guinness certificó el récord. "Se ha establecido un nuevo punto de encuentro global para el mercado religioso y cultural aquí en Roma", dijo satisfecho Carrara mientras en el Vaticano continuaban ayer celebrándose actos del Jubileo de la Misericordia convocado por el papa Francisco.

Los más visitados

Los expositores más concurridos, entre los que figuran empresas y negocios familiares de la artesanía sacra de Italia, España, Portugal, Polonia y Alemania, fueron los que exhibían objetos más ostentosos y dedicados a cálices, coronas, candelabros, bandejas y adornos realizados con metales preciosos. Otros espacios estaban dedicados a los vinos elaborados especialmente para celebraciones litúrgicas y a las obleas destinadas a utilizarse como sagradas formas. No faltaron las empresas dedicadas a la construcción de confesionarios y crucifijos, ni tampoco las encargadas de realizar la ornamentación de pilas bautismales y pesebres.