Las conclusiones del cuestiona-rio realizado a los familiares de los pacientes de la UCI (Unidad de Cuidados Intensivos) del Hospital Insular durante el año pasado ya han tenido respuesta. A raíz de las opiniones de las familias se ha comenzado a impartir un curso de técnica de comunicación a los profesionales para mejorar la percepción de empatía y están en marcha varias reformas estructurales de sala de espera, con asientos más cómodos y máquinas expendedoras de alimentos y bebidas.
"Los familiares perciben que la calidad médica y estructural es buena, pero el factor que más influye en su satisfacción es la calidad humana mostrada por el médico en esos momentos. Se demanda apoyo emocional, apoyo espiritual, apoyo psicológico y la toma de decisiones compartidas", explica Juan José Cáceres, médico intensivista que ha recogido este cuestionario en su tesis.
Cáceres comenta que decidir dejar de dar un tratamiento a un paciente porque no cambiará su estado es una decisión difícil de tomar por sus familiares. "El apoyo psicológico y la ayuda en la toma de decisiones es una de las demandas en estos momentos", señala el especialista.
De ahí la importancia de los cursos para mejorar la calidad de comunicación y la calidad informativa. "No se trata sólo de informar cuál es la enfermedad, pronóstico y alternativas de tratamiento, sino tener en cuenta las necesidades emocionales que puede tener el familiar, ponerse en su lugar y que el personal no sea indiferente al sentimiento de incertidumbre e impotencia que tiene la familia en este momento", añade Cáceres.
Tras la implantación de estos cambios, como el curso y las re-formas de la sala de espera, se analizará si han servido para modificar la percepción de calidad de los pacientes.
