La implantación quirúrgica de electrodos profundos para localizar donde se inician las crisis de epilepsia ha permitido mejorar el diagnóstico de esta enfermedad neurológica relativamente común pero cuyos pacientes deben seguir conviviendo con el desconocimiento y el estigma generalizado de la sociedad.

Así lo han puesto de manifiesto especialistas en esta dolencia y miembros de asociaciones de pacientes con motivo de la celebración, hoy lunes, del Día Internacional de la Epilepsia, una patología que en el todo el mundo afecta a 50 millones de personas y cuya prevalencia en España es de 18 casos por cada 1.000 habitantes.

Sí, yo puedo superar el estigma y la discriminación es el lema con el que se celebra este día, que según acordaron el pasado año la Liga Internacional contra la Epilepsia (ILAE) y el Buró Internacional para la Epilepsia (IBE), se celebra el segundo lunes de febrero.

Vicente Villanueva, neurólogo coordinador de la Unidad de Epilepsia del Hospital La Fe, de referencia a nivel nacional, ha destacado a Efe que los progresos en neuroimagen han permitido diagnosticar lesiones cada vez de menor tamaño.

Medicación

Además, el abordaje de los pacientes con epilepsia "ha mejorado desde el punto de vista del diagnóstico mediante la implantación quirúrgica de electrodos profundos para localizar de forma más precisa las regiones donde se inician las crisis".

Según Villanueva, cerca del 70 % de los pacientes suele responder a la medicación, aunque en ocasiones requieren reajustes y estudios en profundidad, y el 30 % restante son casos "más difíciles", una cuarta parte de los cuales pueden ser operados y algunos de ellos precisa la implantación de electrodos para localizar el foco y poder extirparlo.

En el caso de la epilepsia infantil, Patricia Smeyers, neuropediatra de La Fe, asegura que con los procedimientos quirúrgicos "se consigue reducir las crisis de los niños al máximo" lo que supone "un cambio muy grande para los pacientes, que pasan a hacer la misma vida que el resto de sus compañeros".