El Juzgado de lo Social número 10 de Las Palmas de Gran Canaria ha reconocido a una trabajadora del Complejo Hospitalario Universitario Materno Infantil de Gran Canaria el síndrome 'burn-out' o del trabajador quemado.

La mujer, matrona de profesión, ha sido declarada incapacitada permanente para desempeñar su trabajo por "un desgaste mantenido en el tiempo que había ido minando sus mecanismos personales de defensa, con repercusión en áreas añadidas de su vida, fuera de lo estrictamente laboral", según recoge la sentencia.

Fany Barreto ha expuesto su caso este miércoles en el magacín A Diario de Radio Canarias (103.0 FM Las Palmas). Barreto, que se formó como matrona en Inglaterra, ha relatado en la emisora de La Provincia / Diario de Las Palmas algunas de las situaciones que vivió durante sus años en los paritorios.

Denuncia un uso excesivo de fórceps y una orden de practicar el menor número de cesáreas posibles para mantener al Materno dentro del "top 10" de los centros hospitalarios que menos las practican en nuestro país. La matrona afirma que estas prácticas son 'vox populi' y que las embarazadas temen parir en el Materno.

Fruto de estas supuestas irregularidades, Fany Barreto se convirtió en delegada sindical y denunció ante la justicia los hechos, lo que la marcó profesionalmente. Insiste en que nunca buscó la incapacitación permanente y la pensión del 55% de su sueldo que ahora tendrá que abonarle el INSS. Tras casi cinco años de bajas médicas y un cambio de trabajo a un centro de salud denegado, la justicia le ha concedido la incapacidad. Barreto estudia ahora Derecho y preside la asociación La Casa del Funcionario, desde donde continúa su lucha por los derechos de los trabajadores públicos.