El futuro del turismo vitivinícola en Canarias, conocido como el enoturismo, depende de la formación y desarrollo del personal altamente cualificado y esto pasa por la actividad y formación universitaria.

Así lo entiende la Universidad de La Laguna (ULL), la única en el Archipiélago con enseñanzas relacionadas con la enología, que aterriza ahora en Gran Canaria para ofrecer tres módulos de su segundo curso para la formación de Especialistas en Gestión Enoturística y Análisis Sensorial del Vino. La Dirección Académica y Técnica del Aula Cultural de Enoturismo y Turismo Gastronómico de la ULL y la Dirección Administrativa de la Fundación General de la ULL ofrece, a partir del 9 de marzo, las especialidades de Análisis Sensorial de Vinos, Gestión Enoturística y Comercialización de Vinos, con 50 horas lectivas cada una y más de 30 horas de actividades paralelas como máster class y catas guiadas.

Moisés Simancas y Valerio Luis Gutiérrez, directores del Secretariado de Extensión Universitaria y del Aula Cultural respectivamente, acompañados del director del Instituto Canario de Calidad Agroalimentaria, José Flores Estévez; el gerente de la Unidad Agroalimentaria de Cajamar en Canarias, Ángel Granados; y el presidente del Consejo Regulador de Vinos de Gran Canaria, Luis López, presentaron ayer unos estudios que se impartirán en la Casa del Vino de Gran Canaria, en Santa Brígida.

José Díaz Florez destacó el potencial que tiene el Archipiélago, a partir de una materia primera de calidad y con muchas variedades. "Hay mucho por hacer. Hay que unir el territorio, el turismo y el sector. Pero, el ejemplo lo tenemos comunidades autónomas como La Rioja, Castilla y León, o Logroño, donde muchas de sus bodegas venden el 50% o el 60% de su producción en las visitas turísticas. Y eso sería fantástico para Canarias", expuso éste.

Los cinco ponentes coincidieron en señalar que este objetivo solo es posible a través de una formación de calidad. "La importancia de este sector es mayor que el pequeño porcentaje -algo más del 1%- que ahora ocupa en el PIB y es a través de las sinergias con el sector turístico la vía para aumentarlo y crecer dentro de la economía de Canarias", apuntó López. "Por que estamos aquí para vender los vinos de Canarias y, concretamente, los de Gran Canaria y de ahí la importancia de la formación de sus profesionales, porque el turismo está demandando algo más de nuestro destino", añadió el presidente del Consejo Regulador.

Los datos de la vendimia del 2015 en Canarias arrojan 13 millones de kilos de uva, más de 10 millones de litros y cinco millones en Denominación de Origen. Por otro lado, el Archipiélago recibe 13 millones de turistas. Pero, más allá de las potencialidades del producto, estos expertos indicaron que no sirve de nada, "si no lo sabemos vender".

"Estos cursos buscan personal bien formado para atender las visitas a las bodegas, que sepan asesorar a hoteles y restaurantes y que sepan vender. Eso significa beneficio para todos", concluyó López.