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Arquitectura

La Universidad mira a Casariego

La Escuela de Arquitectura rinde homenaje al catedrático fallecido recientemente - Sus compañeros de la facultad lo recuerdan como un profesional "reflexivo" y "exigente"

El arquitecto Jesús Álvarez, durante su intervención ayer en el homenaje, con una foto antigua de Joaquín Casariego. JOSÉ CARLOS GUERRA

Una persona reflexiva y exigente que buscaba constantemente la excelencia. Así recordaron ayer a Joaquín Casariego sus compañeros en un homenaje en memoria del arquitecto recientemente fallecido. Al encuentro, celebrado en el salón de actos de la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC), asistieron familiares, profesores y alumnos, y sirvió para recordar el legado del catedrático, pero, sobre todo, su personalidad.

"A Joaquín debo darle las gracias por muchas cosas, entre otras, por la confianza que tenía depositada en mí. Era una persona universitaria y agradable con todos y con la institución", manifestó ayer el rector de la ULPGC, José Regidor, como broche final a un homenaje en el que participaron varios de los compañeros con los que Casariego trabajó en su dilatada carrera y el director de la Escuela de Arquitectura, Enrique Solana, que fue el organizador de dicho encuentro.

Casariego falleció en Las Palmas de Gran Canaria el pasado 18 de enero a los 68 años después de luchar contra una larga enfermedad. Nacido en Santa Cruz de Tenerife en 1948, era catedrático en el área de Urbanística y Ordenación del Territorio en la Escuela de Arquitectura de la ULPGC y dirigía además el Estudio Casariego Guerra Arquitectos, fundado en el año 1984, junto a su pareja, la arquitecta Elsa Guerra.

Entre sus numerosos proyectos, Joaquín Casariego destaca por ser el autor del conjunto Plaza Woermann, situado en el istmo de Santa Catalina y por la rehabilitación del antiguo Hospital de San Martín para reconvertirlo en la sede del Centro de Arte Contemporáneo San Martín, ambos en la capital grancanaria.

Una de las personas que participaron en el homenaje fue su primero alumna y posteriormente socia de su estudio, Noemí Tejera, quien lo calificó como un hombre exigente que se basaba en la "búsqueda constante de la excelencia". Tejera recordó que, a su llegada al estudio, éste recibió varios premios, pero que su jefe le advirtió que los reconocimientos en esta profesión no eran habituales y que lo importante no eran las medallas, sino el aprendizaje que conlleva el trabajo diario.

Las anécdotas de Casariego aderezaron un homenaje distendido en el que se recordó su carácter despistado, a causa del cual iba dejando documentos y pendrives allá por donde iba, o su encontronazo con una vaca en uno de sus primeros trabajos como urbanista en la capital grancanaria.

"Transformó la realidad periférica y de la ciudad. La suya era una tesis comprometida. Además, poseía una gran ironía y una envidiable visión de futuro", comentó el arquitecto Juan Miguel Cerpa que adelantó que el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria está tramitando poner el nombre de Casariego a la plaza frente al edificio Woerman. "Era un enamorado de la ciudad", justificó Cerpa.

El interés por revitalizar la periferia de la capital grancanaria fue tuno de los puntos más destacados en el acto, junto a su vehemencia por llevar la universidad a la sociedad. "Joaquín supo abrir la labor académica a otros ámbitos. Era una persona de acción y de enorme intuición. Tenía un gran olfato para detectar rápidamente los problemas de la disciplina", apuntó Pablo Ley, que acabó sus estudios cuando Casariego ya era director de la Escuela de Arquitectura y colaboró con él en numerosos trabajos. "Sobre todo, lo que valoraba de él es que dentro de sus iniciativas nos dejaba espacio para que nosotros nos desenvolviéramos como estimábamos más oportuno", indicó Ley que también alabó el impulso que Casariego dio al máster de diseño urbano.

Por su parte, Jesús Álvarez destacó la "disciplina y perseverancia" de Casariego que se incorporó como docente en la Escuela de Arquitectura en 1977 y fue su director entre 1987 y 1991. Además, fue profesor visitante en varios centros universitarios como la Universidad de Harvard (1994, 1995 y 2000), la Universidad Metropolitana de Caracas (2001, 2002 y 2004) o la Universidad de Pensilvania (2010).

Asimismo, publicó diferentes libros de urbanismo entre los cuales destacan Las Palmas: Dependencia, Marginalidad y Autoconstrucción, Waterfronts, de nuevo y Environments of Opportunity: Redevelopment on the waterfront of Las Palmas.

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