La incidencia de la gripe disminuye desde hace tres semanas en Canarias, mientras que en el conjunto del país aumenta y ahora se sitúa en 210,6 casos por cada 100.000 habitantes. Esta evolución de la actividad gripal se produce en el este de la península y Baleares, con un alza de la circulación del virus B.

La evolución de la actividad gripal del 22 al 28 de febrero es creciente respecto a la semana anterior, a costa sobre todo de los grupos de 0 a 4 años y de 5 a 15, donde el incremento es significativo en el aumento en la circulación del virus B. La difusión de la enfermedad en la octava semana del año es epidémica en todo el territorio, excepto en Extremadura y Ceuta, donde es local, aunque según datos del Sistema de Vigilancia de la Gripe en España esta onda epidémica es de menor intensidad que la temporada 2014-15.

La evolución de la actividad es creciente en Baleares, Cataluña, Comunidad Valenciana, Ceuta, Melilla, Aragón, Castilla-La Mancha y La Rioja. En el resto es estable o decrece, e incluso en el País Vasco y en Canarias la gripe disminuye desde hace tres semanas consecutivas y en Navarra desde cuatro. Desde el inicio de la temporada han fallecido 102 personas con el virus de la gripe, el 98% por el A y el resto por el B. Las defunciones se han producido en 14 autonomías, el 90% de los pacientes eran mayores de 44 años y el 59% de más de 64 años. De los 102 casos, 57 habían ingresado en UCI, y entre los 71 casos susceptibles de vacunación antigripal, 45 (el 63%) no habían sido vacunados.