El Supremo ha rebajado a seis meses de prisión la pena de un año de cárcel que el Tribunal Militar Central impuso a una marinera por hacer trampas en un control para revisar si había consumido drogas, sustituyendo un bote con su orina por otro de una mujer que no las había tomado.

La marinera, destinada en el Cuartel General del Mando Naval de Canarias y que ya tenía antecedentes por consumo de drogas, fue llamada para que se le practicara un control el 28 de junio de 2013. Se le facilitó un recipiente de plástico que debía rellenar orinando en él.

"Acto seguido la procesada entró en el aseo de la unidad con el recipiente, permaneciendo unos momentos en el interior, con la puerta abierta y bajo la supervisión, desde fuera del aseo, de una capitán del Cuerpo de Sanidad (Enfermería) quien notó algo extraño en la forma en que la marinera se colocó el recipiente para orinar", relata la sentencia.

"En el interior del aseo, la marinera no llegó a orinar en el recipiente que le había sido entregado, sino que o bien rellenó éste con una orina que traía previamente preparada, o bien sustituyó el recipiente original por otro idéntico relleno de una orina obtenida previamente", da por probado la sentencia.

Al sospechar de ella, la capitán tomó la temperatura de la orina contenida en el bote que había entregado la marinera y comprobó que estaba a 42 grados centígrados, demasiado alta para proceder de una persona como la marinera, que decía encontrarse bien. Su orina debía estar aproximadamente a unos 35 grados, salvo que tuviera mucha fiebre.

Se le obligó entonces a una segunda prueba y la orina entregada esta vez por la misma marinera dio una temperatura normal y un resultado positivo al consumo de cannabis.

El Tribunal Militar castigó a la marinera por el delito de deslealtad de los previstos en el artículo 115.1 del Código Penal Militar a la pena de un año de prisión y suspensión de empleo y sueldo, pero el Supremo lo rebaja a seis meses.

La sentencia se produce con el voto particular del magistrado Jacobo López Barja de Quiroga, quien disiente de la mayoría y se posiciona a favor de que se castigue a la militar por incumplimiento de su deber pero no por deslealtad -delito más grave-, dado que no falseó ninguna información importante.