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El cambio climático aumenta en un 15% las urgencias por alergias en Canarias

El jefe de Alergología del Insular investiga las consecuencias del calentamiento global en la salud de los isleños, en el marco del proyecto regional 'Climaimpacto' La calima mantiene la misma frecuencia de episodios pero con más concentración de polvo

El doctor Anselmo Sánchez Palacios. JUAN CARLOS CASTRO

El aumento de las temperaturas en las grandes urbes y zonas industrializadas se traduce en más contaminantes atmosféricos, en especial el ozono y partículas de diesel que son desencadenantes de crisis asmáticas y de un aumento de urgencias en un 15%. Estas son algunas de las conclusiones del estudio sobre el impacto del cambio climático en la patología alérgica de los canarios realizado por el doctor Anselmo Sánchez Palacios, jefe de Alergología del Hospital Universitario Insular de Gran Canaria.

El estudio se enmarca dentro del proyecto regional Climaimpacto, desarrollado por el Gobierno de Canarias con financiación europea, con el fin de valorar la vulnerabilidad del cambio climático en Canarias, desde los aspectos sociales, como la salud, a los económicos y naturales. Para ello se analizaron las variables registradas entre los años 1944 a 2010.

El doctor Sánchez Palacios desarrolló el estudio correspondiente al área sanitaria, percibiendo un incremento de los contaminantes atmosféricos derivados del calentamiento global, que han desembocado en mayores niveles de alergenicidad de los pólenes y de los ácaros. "Hay un aumento de la floración y de la época de polinización, acudiendo los pacientes a urgencias y a las consultas médicas en meses anteriores a la polinización habitual. Como consecuencia del aumento de la floración también hay mayor número de picaduras de hymenopteros, con presencia de nuevas especies como es el llamado mosquito tigre".

Entre las consecuencias del cambio climático en Canarias, el doctor Sánchez Palacios, profesor de la Facultad de Ciencias de la Salud de la ULPGC y expresidente de la Sociedad Canaria de Alergología, citó los episodios de polvo sahariano o siroco, derivados de la proximidad de las Islas al continente africano. "Hemos visto que la frecuencia de polvo sahariano viene siendo la misma, alrededor de diez al año, pero la concentración del mismo ha aumentado, en los últimos años", indicó el especialista, señalando que la calima contiene partículas contaminantes como sílice, hongos (alternaria, aspergillus) y pólenes ( artemisia, olivo).

No obstante, Sánchez Palacios señala que los contaminantes más peligrosos que se pueden encontrar en el polvo sahariano son las partículas de DDT que elevan los casos de asma: "Incluso se han hecho determinaciones en sangre de niños asmáticos en Tenerife con niveles altos de DDT".

Las principales manifestaciones alérgicas derivadas del siroco, que se manifiestan a los dos o tres días de iniciarse el episodio, son rinitis, conjuntivitis, asma y dermatitis atópica, fundamentalmente. "En estos casos se aconseja que el paciente procure estar el mayor tiempo posible en casa, no haga deporte al aire libre, y se hidrate la piel con cremas emolientes. El paciente asmático debe utilizar la medicación broncodilatadora y antiinflamatoria recomendada por el especialista o médico de cabecera".

Además de aumentar las urgencias, cuando el polvo sahariano en suspensión se prolonga mucho en el tiempo, también aumentan las bronquiolitis en lactantes, al haber una relación entre contaminación e infección.

La falta de lluvias, otro fenómeno derivado del cambio climático, también se traduce en una mayor contaminación atmosférica concentrada en ciertas zonas.

"Se comprobó que en Santa Cruz de Tenerife se registra más contaminación atmosférica en períodos de pocas lluvias, por varios motivos, desde la refinería y el exceso de parque automovilístico hasta el efecto túnel de las montañas de Anaga. En Las Palmas existe contaminación pero no es tan elevada gracias a los vientos alisios", explica.

Diesel

El investigador distingue dos tipos de contaminantes: humos negros y dióxido de azufre (SO2), "que produce bronquitis de tipo irritativo"; y el dióxido de nitrógeno (NO2), ozono, y las partículas de alto peso molecular que se desprenden de los motores diesel. "Estas tres últimas son capaces de producir asma, inflamando las células epiteliales bronquiales, como se ha demostrado en las grandes ciudades. Pero independientemente de la contaminación, son capaces de potenciar la alergenicidad de los ácaros y pólenes, hay una mayor agresividad".

Esto hace que en aquellas áreas donde concurren niveles de polinización con contaminantes atmosféricos, los pacientes alérgicos acuden más a los servicios de Urgencias. "Esto se ve sobre todo en Santa Cruz, y hace unos años en Las Palmas de Gran Canaria, cuando en la potabilizadora había emisiones nocturnas de CO2 que afectaba a Jinámar, pero eso lo denunciamos y lo han corregido. El CO2 actúa más como bronquitis, y de hecho en aquellos momentos se hizo un estudio de 1.800 historias clínicas de niños en las Urgencias del Materno y la mayoría venían de Jinámar y de Miller Bajo".

Otro aspecto del cambio climático que se vio en el estudio está relacionado con la polinización, que ha pasado de intensificarse en primavera a prácticamente estar todo el año. "Hoy, el que es alérgico al polen prácticamente hay que pensar que puede empeorar todo el año. Por ejemplo, sabemos que la polinización de las gramíneas aquí, en nuestra tierra, ya se da desde enero, coincidiendo con la fiesta del Almendro en flor, mientras que hace quince años polinizaban a partir de marzo o abril".

Sánchez Palacios también citó el ejemplo del polen del olivo, que empezaba en junio o julio, y ahora se ha adelantado a abril ; y de la artemisa, que se prolonga desde julio hasta diciembre. "Son los tres polen más representativos, y todo esto guarda relación con las lluvias torrenciales que desembocan en un mayor crecimiento, sequedad..., porque otro aspecto del cambio climático en Canarias son las tormentas subtropicales que vienen del Atlántico Norte, y que están aumentando. Vienen bien por el agua, pero ocasionan una mayor floración, y cambios en la polinización".

También se ha detectado un aumento de casos en las consultas por picaduras de himenópteros, sobre todo de abejas, avispas, e insectos como el mosquito tigre, "más agresivos en la zona de Andalucía, pero ya está llegando a las islas. Las picaduras de estos insectos son más frecuentes y más agresivas que hace una década".

En la lista de consecuencias del calentamiento global en la salud, el doctor Sánchez Palacios añade un aumento de mortalidad o atención sanitaria por los denominados golpes de calor, "que antes prácticamente no estaban descritos en las Islas"; así como el incremento de picaduras de aguaviva o medusa, "que también obedecen al aumento de un grado de la temperatura del mar y la acidificación de las aguas".

Por último, el investigador señaló los cambios que se han experimentado en la nubosidad y que influyen directamente en la contaminación. "Las nubes son más bajas y cuando se mete la panza de burro, por ejemplo, los contaminantes atmosféricos aumentan, y esto es debido al ensanchamiento del anticiclón de las Azores, que explica el aumento de las temperaturas y la falta de lluvia", concluyó.

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