El Observatorio Atmosférico de Izaña ha publicado una imagen de una langosta en Santa Cruz de Tenerife tras la situación atmosférica que sufrieron las islas entre el 2 y 5 de marzo de 2016 con vientos procedentes del Sahara y mucho polvo en suspensión. Además, avisa de que a partir de mañana podrían producirse nuevos episodios de polvo sahariano en Canarias.

La calima que afecta al Archipiélago no trae desde el continente africano sólo arena, sino también bacterias, virus, hongos, insectos, esporas o diatomeas (pequeños organismos marinos). En total, los expertos han contabilizado más de 150 tipos de bacterias en la calima, de las cuales algunas son patógenas, por lo que pueden ser perjudiciales para la salud. En ocasiones, si hay plagas en la región de origen, la calima puede traerlas a las Islas, como sucede con las langostas.

La mayor frecuencia de las calimas en el Archipiélago tiene una explicación. El desplazamiento del anticiclón de las Azores hacia el este, junto a su intensificación y su alongamiento a partir de la década de los años 80, ha hecho que en invierno se duplique la intensidad y la frecuencia de calima o polvo del desierto en la zona subtropical oriental del Atlántico norte, en la que está Canarias, dentro de la capa de mezcla marina. El cambio en el anticiclón de las Azores hace que se incremente la intensidad y la frecuencia de los vientos de componente este en el Sáhara Occidental y en el norte de Mauritania.

El anticiclón de las Azores es una estructura de altas presiones cuasi-estacionarias, que forma parte del cinturón de altas presiones subtropicales que circunda todo el hemisferio norte a la latitud de entre 30 y 40 grados norte, y que se corresponde con la zona de circulación descendente de la circulación general de la troposfera (baja atmósfera).

En su flanco suroriental induce un flujo semipermanente de dirección noreste que, en combinación con la baja africana en superficie, se intensifica sobre Canarias y transporta aire fresco y húmedo a las costas y medianías de las Islas, siendo por ello el responsable directo del clima estable y templado en cualquier época del año.