Los expertos advierten de que las cifras de delincuentes sexuales en Canarias son mucho mayores de las que incluye el Registro Judicial. Después de que ayer se diera a conocer que el Archipiélago es la segunda región del país en la que la tasa de estos delitos es mayor, profesionales de diferentes sectores argumentan que estas cifras son poco representativas, ya que se trata de actividades delictivas que no siempre llegan a los tribunales.

El criminólogo Félix Ríos advierte de que "lo que vemos en las estadísticas es solo la punta del iceberg". Ríos mantiene que las "agresiones sexuales por confianza" o aquellas que se producen en el ámbito familiar, "engrosarían lo que en criminología llamamos cifra oscura, ya que está comprobado que rara vez se denuncia".

De la misma opinión es el coordinador del Frente Cívico Contra la Pederastia, Abel Román. "Los casos podrían ser muchos más, porque estas estadísticas solo evalúan a quienes han sido condenados", señala.

Román mantiene que una de cada cuatro niñas y uno de cada cinco niños ha sido víctima de abusos sexuales en España, según los datos aportados por Unicef. "La mayoría de estos casos no se denuncian", asegura y en muchas ocasiones cuando las víctimas se deciden a denunciarlo, los delitos ya han prescrito.

Baleares con una tasa de 1,19 delincuentes sexuales por cada 1.000 habitantes y Canarias, con 1,05, son las dos comunidades españolas es las que este porcentaje es más elevado. Ríos apunta que no es una casualidad que estas dos regiones sean las que tienen una mayor un mayor índice de criminalidad sexual. "Son numerosos los estudios que relacionan los delitos sexuales con la actividad turística, y es que debemos entender que el turismo lleva consigo en muchas ocasiones un incremento poblacional rápido en periodos de pocas semanas o meses", explica. Ríos argumenta que la actividad turística "lleva aparejada la actividad proxeneta y de prostitución que es lo que realmente suele engordar las estadísticas".

Para él, los grandes festejos, como los Carnavales isleños, "son en alguna ocasión caldo de cultivo para delitos de corte sexual", aunque apunta que no siempre esta violencia se traduzca en violaciones. "Pensemos en tocamientos, abusos o agresiones sexuales que quedan solo en los primeros pasos", expone.

Los expertos coinciden en señalar la prevención como principal medida para reducir estas cifras de criminalidad sexual. La psicóloga Tamara de la Rosa explica que el miedo a denunciar este tipo de actos delictivos se debe en parte a que todavía "el tema sexual es un poco tabú".

Esta psicóloga manifiesta que hay que desterrar la idea de que la mayor parte de la violaciones son violentas. "Hay muchísimas más en las que se usa la manipulación, la amenaza y el soborno", explica, ya que la mayor parte de ellas se producen entre personas del mismo entorno.

Aunque apunta que la proliferación de las concertación de citas a través de internet puede ser un factor que haya incrementado estos delitos. "Se tiene que ser consciente de que quedar con alguien para ligar no significa que tengas que llegar hasta donde el otro quiera", explica. Para reducir estos delitos aboga por la educación y por reforzar las habilidades sociales. "El sexo tiene que dejar de ser un tema tabú", argumenta De la Rosa.

"Niño informado"

En el caso de los menores, mantiene que los padres tienen que generar un clima de confianza para que los niños acudan a ellos cuando tengan algún tipo de problema. A los menores se les tiene que decir desde muy pequeños que su cuerpo es suyo y que cuando le hagan algo que no les gusta tienen el derecho a decir que no. "Un niño informado tiene menos riesgo de víctima de abusos", opina esta profesional.

El criminalista Félix Ríos también apunta a la prevención como una de las medidas para acabar con estas cifras tan altas de delincuentes sexuales. "Valdría más la pena que los gobiernos empezaran a llevar a cabo planes de prevención de estas y otras conductas delictivas", opina. Para él, es verdaderamente preocupante que "la mayoría de los agresores sexuales fueron víctimas de abusos y malos tratos en su infancia".

Por este motivo, considera fundamental trabajar con los menores que han sufrido abusos sexuales, "porque el 20% de los niños pueden llegar a ser agresores". Además, cree que también es necesario trabajar con los agresores cuando son ya adultos.

Sin embargo, el coordinador del Frente Cívico contra la Pederastia, Abel Román, mantiene que este tipo de delincuentes no son recuperables, "ya que aunque se les haga la castración química siguen actuando". "Las cifras tienen que llamar la atención de las autoridades sobre este tema", señala Abel Román, quien argumenta que existe una falta de responsabilidad con este asunto por parte de las autoridades.