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Entrevista a Antonio Cano Vinde

"A veces hay que decidir entre perder el trabajo o perder la salud"

"Cuando llegas a la consulta te recibe un médico poco preparado en Psicología y en cinco minutos te receta un psicofármaco", asegura el presidente de la Sociedad Española para el Estudio de la Ansiedad y el Estrés

El doctor en psicología Antonio Cano Vindel. LA PROVINCIA / DLP

En un país en el que la mitad de la población padece episodios de profunda tristeza, decaimiento anímico y baja autoestima, trastornos que cuestan al año 22.000 millones de euros, el doctor Antonio Cano Vindel, presidente de la Sociedad Española para el Estudio de la Ansiedad y el Estrés (SEAS), Doctor en Psicología y catedrático de la Universidad Complutense de Madrid, echa en falta una apuesta decidida de la Sanidad pública por las técnicas cognitivo-conductuales para combatir estas dolencias que se suelen tratar con fármacos tras cinco minutos de consulta. "Las pastillas no arreglan nuestros problemas", advierte el psicólogo al tiempo que pone el dedo en la llaga con un dato escalofriante: España es el primer país de la OCDE en consumo de psicofármacos. Cano Vindel, que lidera el ensayo clínico Psicap para tratar a pacientes con desórdenes emocionales, recomienda pedir ayuda cuando se necesite y desarrollar habilidades para manejar mejor nuestros sentimientos y emociones. Su mensaje es en fin esperanzador, pues asegura que por muy negro que veas tu futuro, siempre hay luz al final del túnel si dejas de rumiar tus problemas, te enfrentas con valentía y realismo a las cornadas que da la vida y te pones, si es necesario, en manos de un médico que te ayude a recuperar las riendas de su existencia.

Doctor Cano. ¿Por qué somos el segundo país de la OCDE en el consumo de tranquilizantes?

Y el primero en consumo per cápita de psicofármacos. En los últimos 12 meses, solo el 0,9 por ciento de los pacientes que sufrían trastornos de ansiedad recibieron un tratamiento psicológico, que es el recomendado y el que prefiere la gente pero que es en España muy poco accesible.

¿Por qué es así?

Porque cuando llegas a los centros de atención primaria te recibe un médico poco preparado en Psicología que además solo dispone de cinco minutos para la consulta. Lo más fácil entonces es recetar un fármaco. En muy pocas ocasiones estos pacientes son derivados a centros de Salud Mental.

¿Mejora su dolencia con las pastillas?

No porque si le ve un psiquiatra le recetará fármacos y si le atiende un psicólogo, lo más probable es que lo vea cinco veces en seis meses. Así no se cura un problema mental.

¿Cuántas sesiones y de cuánto tiempo son necesarias para abordar estas dolencias?

Nosotros programamos siete sesiones en 24 semanas en grupos de entre seis y ocho pacientes y de una duración de noventa minutos cada una.

¿Sin fármacos?

Las pastillas nunca resuelven nuestros problemas y pueden convertirse en un problema si nos habituamos a ellas. Lo peor que se le puede recetar a una persona con problemas de insomnio es un hipnótico. Lo que hay que hacer es enseñarle de nuevo a dormir bien.

¿Cómo?

No hay que llevarse las preocupaciones a la cama, ni tener una televisión o un ordenador en la habitación. Tampoco es bueno ver antes de dormir películas de guerra, violaciones o suspense, ni hacer deporte poco antes de acostarse ni comer mucho. Y sobre todo, no preocuparse si un día uno no puede dormir.

Si las pastillas no resuelven nuestros problemas de estrés y ansiedad, ¿qué cabe hacer?

Tener información para saber dónde pedir ayuda y esforzarse luego en desarrollar habilidades para manejar mejor nuestros sentimientos y emociones. Hay que hacer ejercicio físico, tablas de relajación, reinterpretar nuestras preocupaciones, no magnificar nuestros problemas y sobre todo no rumiarlos.

¿Qué sucede cuando evito afrontar un problema?

Que engrandeces ese problema que más tarde o más temprano tendrás que afrontar.

Doctor, ¿se explican a los pacientes los efectos secundarios de los tranquilizantes?

No y los tranquilizantes en las personas mayores les pueden llevar a sufrir caídas y en los jóvenes aumentan hasta en un 60 por ciento la posibilidad de tener un accidente de tráfico. Los antidepresivos afectan también al deseo sexual y tardan cuatro semanas en hacer efecto. Muchos pacientes los dejan antes de tiempo sin beneficiarse de ellos. Además tienen un fuerte poder adictivo. Cuando se recetan son para un máximo de cinco semanas y hay gente que lleva 17 años tomándolos con el riesgo añadido de desarrollar demencias.

Las nuevas tecnologías nos facilitan la vida pero también nos la complican, ¿verdad?

Claro porque nos hacen tener más demandas laborales y sociales. Nos dejan sin tiempo para nosotros mismos, para nuestra familia y para nuestras aficiones. Como además podemos hacer más cosas nos generan estrés. Los jóvenes tienen hoy más cosas que las que tuvieron generaciones anteriores y sin embargo la principal causa de fallecimiento juvenil es el suicidio por problemas emocionales relacionados con la ansiedad y la depresión y con los trastornos de control de impulso.

¿Cómo afecta a nuestro equilibrio psíquico estar pendientes de forma permanente del móvil?

Está uno permanentemente activado con respuestas fisiológicas aumentadas que repercuten en el sistema cardiovascular y en otros sistemas. No desconectar del móvil te creará problemas de salud.

¿Qué hago si mi jefe me bombardea constantemente con mensajes y encargos laborales?

Hay que decidir entre decirle que pare y vivir con la angustia de perder el trabajo o callarse. Yo creo que deberían de prevalecer nuestros valores y nuestra salud por encima del trabajo. Hay que decidir entre perder el trabajo o perder la salud.

¿Es razonable querer estar informado al instante de la última nimiedad aunque eso nos estrese?

Es totalmente irracional. La tendencia al cuchicheo tiene un valor emocional porque une al grupo pero es poco sana. Ese afán por saber cualquier tontería enmascara una vida vacía y carente de objetivos.

El caso es que en psicopatologías estamos al nivel de Italia y muy por debajo de Francia, ¿por qué?

Por razones de clima, culturales y de organización social. Cuanto más al norte se vive hay más lluvia y menos luz, lo que influye de forma negativa en los estados de ánimo. En Francia además la psicología es psicoanálisis, sin ninguna evidencia científica que más que ayudar genera problemas.

¿Desarrollamos aquellas patologías de las emociones a las que biológicamente estamos más predispuestos?

Sí. Los niños con inhibición social pueden desarrollar fobia social. Los que padecen neuroticismo con sentimientos de culpa permanentes tienden a padecer muchos problemas de salud por su papel de sufridor. El exceso de euforia está asociado a patologías de trastorno bipolar, al consumo de sustancias estupefacientes, y es más común en los hombres que en las mujeres.

¿Cuál es la patología mental que más sufren las mujeres?

La ansiedad y la depresión por la influencia de las hormonas y por el papel ancestral que se les ha dado y que les hace tender a querer ocuparse de todo. La mujer es más sensible y más vulnerable a padecer problemas emocionales como la ansiedad, la tristeza y la depresión. La buena noticia es que todo es reversible si aprendemos a manejar nuestras emociones.

¿Cómo se llega a la depresión?

La más común es la que parte de una ansiedad a la que se suman otros problemas de difícil solución. Suele existir también una pérdida significativa de algo o de alguien. Luego aparece el sentimiento de culpa ante esa pérdida, la baja autoestima y la persona, si además no tiene apoyo social, se deja llevar hasta la depresión.

¿Hay que recurrir a las pastillas cuando la depresión es severa?

Sí, pero siempre apoyada esa prescripción farmacológica con un tratamiento psicológico porque si no las posibilidades de recaída aumentan.

¿Son los locos unos marginados sociales como sostenía Foucault?

Creo que sí y lo peor es que los problemas mentales y emocionales siguen estando estigmatizados a pesar de estar tan presentes en nuestra sociedad. Casi la mitad de los pacientes que acuden a atención primaria tienen síntomas de ansiedad, depresión o somatización compatibles con un trastorno mental. Sería muy bueno que en estos centros hubiese siempre un psicólogo para ayudar a los médicos y para prevenir la cronificación de estas enfermedades.

¿Qué se puede hacer frente a la esquizofrenia o el trastorno bipolar?

La medicación es necesaria en los trastornos mentales graves pero también el tratamiento psicológico para el paciente y para los familiares del enfermo que tienen que aprender a saber llevar el problema.

¿Qué tratamiento sugiere abordar la fibromialgia?

La fibromialgia está asociada con el estrés y con las emociones negativas, especialmente con la ansiedad. No se llega de repente sino que es un proceso que comienza con una situación de estrés, pasa luego por un manejo erróneo de la situación y se crea una bola de nieve con la que aparecen síntomas en forma de dolor. Su diagnóstico es complicado y existe incluso la discusión científica de si es o no un trastorno. Lo cierto es que las personas con fibromialgia mejoran cuando se les enseña a manejar el estrés y las emociones.

¿Hace falta un entrenamiento desde la infancia para prevenir los desórdenes emocionales?

Por supuesto y sería muy conveniente que en las escuelas se entrenase a los niños en el manejo de las emociones, en la inteligencia emocional. Nos ahorraríamos muchos problemas en el futuro y mucho dinero. El coste de las enfermedades mentales en España es de 22.000 millones de euros al año. Además, el estrés, por ejemplo, está relacionado con enfermedades físicas crónicas, con trastornos cardiovasculares y hasta con el cáncer.

¿De qué forma vincula el estrés con el cáncer?

De una forma indirecta porque te lleva a desarrollar hábitos de vida poco saludables. El estrés repercute en la salud física, la gente come más y se mueve menos, corre el riesgo de hacerse obesa, y eso es un factor de riesgo cardiovascular. Es más probable que sufras un infarto si estás estresado que si no lo estás.

¿En qué consisten las técnicas cognitivo-conductuales para combatir la ansiedad y el pánico?

Lo primero es de nuevo dar información al paciente sobre la ansiedad y el mundo de las emociones que son reacciones universales que compartimos con otras especies con un fuerte valor adaptativo. Luego hay que entrenarle en las habilidades cognitivas y conductuales necesarias para que sepa manejar esas emociones, los síntomas y los problemas. Se trata de una reestructuración cognitiva.

¿Hasta qué punto se ha demostrado que estas técnicas superan la eficacia de los fármacos?

La prestigiosa guía de práctica clínica Nice deja claro que el tratamiento para la ansiedad y la depresión pasa por técnicas cognitivo-conductuales. No es aconsejable recetar tranquilizantes y solo se deben de recetar antidepresivos durante un periodo máximo de cinco semanas y comunicando sus efectos secundarios.

¿Incorpora nuestro modelo sanitario la terapia psicológica o se sigue considerando un artículo de lujo?

En España solamente hay 4,2 psicólogos por cada 100.000 habitantes cuando la media europea es de 18. El tratamiento psicológico existe pero es poco accesible y el que accede a él lo suele abandonar.

¿Se podría aplicar aquí el modelo del Reino Unido donde el paciente elige su tratamiento psicológico?

Es lo que hacemos en el Centro de Psicología Aplicada, evaluar los dos tipos de tratamiento: el farmacológico y el psicológico pero nosotros, al ser un ensayo clínico no damos a elegir el tratamiento al paciente, lo administramos de forma aleatoria.

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