¿Cómo surge la idea de 'Crónicas de Semana Santa'?
Consideraba una lástima que toda la documentación que se había ido obteniendo y archivando a lo largo de los años fuera poco a poco diluyéndose, olvidándose, postergándose. Y para evitar este abandono nació la idea, hace ya más de nueve años, de publicar las Crónicas de Semana Santa. El proyecto era, y es, editar cada año la efeméride de un día de la Semana Santa; con este se inicia con la crónica del Domingo de Ramos. En ella se ha querido recoger todos los acontecimientos relativos a las celebraciones del pórtico de la Semana Mayor, incluyendo, al ser el primero de la colección, otra serie de noticias que complementan el gran acontecimiento. Se ha tenido también en cuenta, para que sirva de guía al lector, mencionar resúmenes de esta celebración a lo largo de los siglos, de cómo se iniciaron las primeras procesiones, las cofradías, las normas que imponían los obispos de turno, los indultos y otras peculiaridades relativas al tradicional suceso.
¿Qué destacaría del contenido de su obra?
Queriendo recoger también el papel que han jugado los presbíteros y rectores de las iglesias, se hace un recorrido histórico del nacimiento de las primeras cuatro parroquias de nuestra ciudad, que iban a ser las encargadas de continuar con las tradiciones de las efemérides, incluyendo las peculiaridades y anécdotas que rodearon sus respectivas fundaciones. Tampoco me he olvidado de pergeñar las biografías de todos aquellos párrocos de las iglesias que han tenido y tienen un gran protagonismo en las celebraciones del Domingo de Ramos. Lo mismo de los patronos y camareras; de los pregoneros, que han ido anunciando el recuerdo anual de la conmemoración; de los marinos, que de igual modo tenían y tienen competencias en esta jornada; y de las cofradías y patronazgos que procesionan ese día. En definitiva, de todos los que, con un cometido u otro, prestaron y prestan desinteresada su colaboración a la Semana Mayor. El prologuista es el siempre recordado José Miguel Alzola, que me honró con el pórtico de la presentación y que lo escribió hace ocho años, cuando se gestaba este proyecto.
¿A quién considera que va dirigido el libro de forma especial?
El libro abarca una historia muy amplia, porque empiezo por la época de Bethencourt y de los indígenas. Entonces, es más bien un libro histórico, no religioso en sí. También hay biografías de unos 40 sacerdotes. Por tanto, va dirigido a todo al que le interese nuestra historia general y particular. Se habla también de la desamortización, de la Semana Santa por siglos, las prohibiciones de los obispos?
¿Desde qué época conservan documentación?
Desde el año 28 del siglo pasado ya hay documentos, que es cuando se formaban las juntas de Semana Santa. Se formaban cuando las iglesias eran pobres, y siempre después de las guerras. En 2004 se fundó la Unión de Hermandades, Cofradías y Patronazgos de Gran Canaria, que es quien ha editado el libro.
¿Cómo han cambiado los actos de Semana Santa a lo largo de la historia? ¿Considera que son mejores ahora?
Siempre digo que hay gente para todo. Son días en que las calles están llenas de gente: unos vienen por curiosidad, otros por devoción, otros por tradición. Vienen también muchos turistas, porque se lo dicen en los hoteles. En la procesión del Viernes Santo, por ejemplo, se ve a muchos extranjeros.
¿Es actualmente más un espectáculo turístico que un acto religioso?
Creo que las dos cosas. En Semana Santa te vas a las playas del Sur y están abarrotadas, te vas a los restaurantes y están llenos, vas a las iglesias y están llenas? La ciudad está bien poblada y viene mucha gente de vacaciones que aprovecha estos actos. Sé de gente de la Península que viene y participa en los actos como un religioso más. Yo creo que la Unión ha hecho una gran labor en este sentido.
¿Se ha perdido impulso en la tradición de la Semana Santa?
No, no se ha perdido. Siempre hay gente, y los testimonios gráficos lo dicen: se ven tomas en televisión en las que hay un montón de personas en estos actos. Pero hay de todo, hay quien piensa que son paparruchas y hay quien se interesa por los actos. Pero no ha decaído, sino al revés, y en parte gracias a la influencia de la Unión.
¿Participan los jóvenes también? ¿Hay garantías de porvenir?
Soy el hermano mayor de la cofradía del Buen Fin, que es la más antigua. Al ser la más antigua, hay cuatro generaciones de cofrades ya. Toda esa cuarta generación asistía en masa, por lo general; pero desde que han irrumpido las nuevas tecnologías nos hemos quedado en la mitad. También es verdad que antes no se viajaba en Semana Santa y hoy hay facilidades. Hay quien dice que no, pero los políticos también influyen; como la alcaldesa de Madrid, que va a cortar la mitad de los actos de Semana Santa.
