El papa Francisco arremetió ayer contra quienes financian y proveen de armas a los terroristas que provocan atentados como los de Bruselas y abogó, ante cientos de refugiados, por la convivencia entre religiones como método para lograr la paz. "Hace tres días, un gesto de guerra, de destrucción, en una ciudad de Europa. Gente que no quiere vivir en paz. Pero detrás de ese gesto, como detrás de Judas, había otros", dijo el pontífice durante la misa de Jueves Santo en un centro de refugiados.