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Entrevista a Miguel Ángel Santed Germán

"Existe ahora una menor tolerancia hacia el sufrimiento y la frustración"

"Acudir al psicólogo no significa tener un trastorno, sirve para recibir pautas de crecimiento personal", asegura el decano de la Facultad de Psicología de la UNED

Miguel Ángel Santed. FERNANDO RODRÍGUEZ

¿Cuáles son esas salidas profesionales para los alumnos que tengan dudas?

Existe la posibilidad de trabajar en profesiones reguladas y no reguladas. Las reguladas a las que se tiene acceso con el grado son la psicología general sanitaria y la especializada en clínica. Para acceder a esas dos profesiones no basta con el grado. Se requiere un máster profesionalizante y para el especialista en psicología clínica se requiere un examen de acceso al período PIR, es decir, ser psicólogo interno residente durante cuatro años. Con ello se podría acceder a trabajar como psicólogo clínico tanto en centros públicos como privados. Puede parecer muy sencillo pero luego es más complejo y entre el alumnado existe mucha confusión al respecto porque podemos entrar en un montón de matices a partir de todo esto que genera un panorama complicado.

Los alumnos reclaman un mayor número de plazas PIR...

Eso coincide con que la mayor demanda de los estudiantes de Psicología es en el ámbito sanitario. Son muchos los que optan por itinerarios del ámbito de la salud pero bien es verdad que luego el mercado no puede absorber a todos aquellos cuya primera opción vocacional es esa. El número de plazas PIR por año está en torno a 120 o 130 y es el número de plazas que las universidades podemos asumir por año para que nuestros alumnos cursen el máster de Psicología General Sanitaria lo que supone que queda circunscrito a un pequeño número en relación con aquellos que lo solicitan o tienen esa vocación.

¿Se ha planteado esa demanda en los órganos competentes?

Ampliar las plazas PIR es una demanda permanente de la comisión nacional de psicología clínica, del colegio de psicólogos, de la conferencia de decanos y de los colectivos de estudiantes. Cada año peleamos por ello y lo seguimos haciendo pero la realidad económica y política es tozuda y de momento es lo que tenemos. Realmente no hay plazas sanitarias para todos y lo que hay que decirle a los alumnos es que existen muchos campos profesionales con un enorme interés que deben ser explorados.

¿Por ejemplo?

En el campo de la intervención social. La mayor vocación es para la clínica pero hay muchos psicólogos que trabajan en otros ámbitos como psicología del trabajo y de las organizaciones, en el área de recursos humanos, o en el ámbito de la psicología educativa que no lo tenemos que circunscribir a las actividades que se realizan en centros de enseñanza.

¿Existe algún ámbito con incorporación reciente de los profesionales de su especia- lidad?

Sí. En ámbitos como la psicología del deporte, la psicología jurídica, de emergencias y un largo etcétera donde el psicólogo puede y debe desempeñar sus funciones y no debe circunscribirse solo al campo sanitario donde las plazas están restringidas.

¿Es posible lograr la presencia del psicólogo en atención primaria?

Es una reivindicación que está sobre la mesa. Pensamos que sería de mucho interés que la figura del psicólogo estuviese presente en centros del sistema nacional de salud de atención primaria donde a día de hoy todavía no está presente.

¿A qué atribuye esa realidad?

Se debe posiblemente a políticas que tengan que ver con aspectos económicos, de tipo corporativo y quizá también de diseño conceptual que para mí serían los menos justificables, es decir, no se puede explicar que la psicología no esté presente en atención primaria, donde creo que el psicólogo realizaría un excelente papel.

¿Cuál sería su función?

Pensamos que el psicólogo en atención primaria realizaría una función similar al médico de familia. Ahí surge la posibilidad de abordar mucha casuística psicopatológica o problemas relacionales y de tipo emocional que no necesariamente suponen psicopatologías de tipo psiquiátrico. Al mismo tiempo supondría un filtro para la atención especializada.

¿Se acude más al psicólogo en tiempos de crisis?

Cada vez más los problemas de la vida cotidiana suponen una demanda de atención especializada. Posiblemente en la sociedad de hoy nuestra tolerancia al sufrimiento y a la frustración sea menor y por lo tanto hay mayor tendencia a acudir al psicólogo. Aquí hay que aclarar que cuando se acude al psicólogo uno no lo hace porque tiene un trastorno, también puede acudir para recibir orientación psicológica, para la resolución de problemas, para el crecimiento personal, para trabajar distintas áreas de intervención psicológica que no se circunscriben a la atención terapéutica de trastornos mentales o del comportamiento.

¿Esa menor tolerancia al sufrimiento y la frustración implica que los ciudadanos ponen en manos de los especialistas clínicos sus problemas?

Si bien es verdad que en época de crisis y contextos económicos complicados existe una mayor necesidad de atención psicológica también hemos de reconocer que económicamente el usuario, en general, tiene menos posibilidad y lo que parece que requeriría mayor atención psicológica, del lado de lo económico supone una restricción.

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