Un planeador submarino sin motor fletado por cuatro instituciones de España, Estados Unidos, Brasil y Suráfrica ha conseguido por primera vez, para esta clase de artilugios no tripulados, circunavegar el Atlántico Sur, tras recorrer 17.500 kilómetros en dos años y diez días.

La singladura alrededor del sur del océano Atlántico de este planeador, el "glider" RU29 Challenger, comenzó en enero de 2013 y culminó el pasado 31 de marzo de 2016 en aguas próximas al cabo de Buena Esperanza (Ciudad del Cabo, Sudáfrica), donde fue recuperado, según ha informado hoy la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria.

Los "glider" son pequeños submarinos no tripulados que se mueven por el océano sin motor, simplemente planeando, aprovechando el impulso descendente que les proporciona la gravedad mientras se hunden y el ascendente que les confiere la flotación al emerger.

La hazaña conseguida por el RU29 Challenger es compartida por cuatro instituciones científicas: la propia Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC), la Universidad de Rutgers (Nueva Jersey, EEUU), la Universidad de Sao Paulo (Brasil) y el Centro de Tecnología Marina de la República de Sudáfrica.

En el caso de la universidad española, han participado en el proyecto el profesor de la Facultad de Ciencias del Mar Antonio González Ramos, así como la división de Robótica y Oceanografía Computacional del Instituto Universitario de Aplicaciones Numéricas en la Ingeniería.

Los investigadores canarios se encargaron del segmento de navegación y planificación de rutas, integrando técnicas inéditas de explotación de datos multifuente de predicción del clima marino.

El planeador RU29 recorrió los 17.500 kilómetros de la travesía en tres segmentos, circunnavegando el Atlántico de este a oeste y oeste a este: Ciudad del Cabo-Isla Ascensión-Brasil-Ciudad del Cabo.

La Universidad de Las Palmas de Gran Canaria resalta que, además de conseguir un hito en la navegación autónoma, este planeador submarino ha recabado datos preliminares que indican que el océano profundo del Atlántico Sur estaría más caliente y salado que lo previsto por los modelos de predicción utilizados en las proyecciones del clima marino.

El océano parece "responder" de esta forma al calentamiento global, equilibrando termoquímicamente el exceso de calor en la superficie y transfiriéndolo hacia las capas profundas del primer kilómetro de columna de agua, impidiendo con ello que el calentamiento del planeta sea aún más radical del que acontece en la actualidad, añade.