¿Como ha sido el tránsito de Viltown hasta Mecha corta? El primer disco Mecha corta? Canciones de andar por casa
Si, este disco tiene mucho de esa filosofía colectiva. Lo que queríamos con éste era hacerlo profesional el proyecto en todos los aspectos, desde el proceso de grabación hasta el acabado y distribución, y seguir manteniendo el concepto de banda. Con este no quisimos hacer crowdfunding porque con lo que hemos generado de conciertos este año, podíamos soportar los costes del nuevo disco, pero se ha tirado de la experiencia con gente muy profesional. Desde la grabación del disco, como decía antes, el videoclip, el diseño, la mezcla, management y las redes. Gran parte del trabajos se ha grabado en Lalavalab Creative Lab, en Madrid, con Rayco Gil, Carlos Sosa y Alberto Martín, y el resto en los estudios de Cristo Socorro y en Viltown Records.
El proceso ha sido rápido entre el primer álbum y este Mecha corta.
Para Canciones de andar por casa creo que compuse una treintena de temas de las cuales metí unas catorce, y en este disco de una veintena, quedaron ocho. Y ya estoy pensando en el siguiente, una situación que se repite y es casi enfermiza. No has presentado este y ya estás pensando en el siguiente.
Es parte del juego del artista, siempre en proceso creativo.
Si, porque desde que metes más leña al horno, empiezas a crear. Trabajas sin parar y te das cuenta que lo que realmente te apetece es componer, tocar y cantar.
El sonido de Viltown sigue fiel a ese pop y rock fronterizo que se alimenta de múltiples estilos, como una esponja donde hay reggae, funk, ritmos negros. ¿Se puede hablar de un concepto musical camino a la madurez?
El primero fue eso realmente, canciones en las que cabía desde un tango a un reggae pasando por un rock, piezas en español construidas a guitarra y voz que al llevarlas a instrumentación cambiaban radicalmente. Ahora hemos querido buscar un sonido más definido porque se ha trabajado en un concepto de banda, el anterior eran más colaboraciones donde cada músico daba un color. Este es un trabajo con formación de quinteto clásico, con arrope de trompeta, armónica y violín para darle esos paisajes casi fronterizos, o incluso de rock clásico. El tipo de canciones estaba más dirigido hacia ese perfil. En este disco Mecha corta, aparte de que sean ocho temas, que se haya construido de forma rápida al tocar todos juntos y demás, se ha definido el sonido que quería buscar desde el principio. Ha sido un giro que necesitaba. He pasado por la electrónica, el reggae, música de autor, la fusión o el mestizaje, y repito que necesitaba entender las canciones con cierta regularidad, dinamismo y estilo. Definir e investigar en un estilo, porque al final el que mucho abarca poco aprieta. Para ello he contado con una tremenda banda en la que están los músicos Cristo Socorro, guitarra y producción; Jeremías Lemes, teclista que lleva conmigo diez años, Alejandro Marcos, batería; y Paco, el bajista de Heather Brooke. A estos le sumas César Martel a los vientos, y Alberto González, en percusión y armónicas. Entre todos hemos conseguido generar una banda grande para directo con este disco en el que se han alineado más los planetas. En el anterior tenía desde un timplista hasta una cantante de copla.
¿Era necesario entonces ese ejercicio de depuración y soltar lastre?
Tienes una idea de canción y luego todo crece de una manera que nunca habrías imaginado. Siempre me ha gustado este tipo de música, y por razones varias no había podido antes. Y he imprimido ese sonido setentero, que resume esas influencias del soul y reggae que también ha sido difícil llevarlo al castellano. Sigo defendiendo el Hammond, las armonías vocales y jamaicanas, y sigo creyendo mucho en el mensaje del tema, de lo que se está hablando y he pasado de cantar al atardecer y al amor ha cagarme un poco en todo, a llamar las cosas por su nombre, hacer un trabajo más social. Ahora lo presentamos y lo que está claro es que hay que coger furgoneta y salir a la Península.
El halcón negro es el primer tema y videoclip con una estética pugilística, realizado y dirigido por Jorge R. Márquez, con imágenes del combate reciente de Jerobe El halcón negroChocolatito
Estábamos buscando un desguace para reventar un coche que retratara ese toque de rabia y violencia que cuenta la canción. Era muy complicado, y sentados en el Tiramisú, se habló del combate con un amigo. Nos fuimos hasta allí, lo hablamos y nos dieron permiso. Cuando vimos las imágenes, nos dijimos ¡esto era! El boxeo es un golpe y volver a levantarte, la vida misma.
