"Nos estamos dando cuenta que hay un sistema alimentario que ya no funciona, porque esta destruyendo el ambiente, la biodiversidad", afirmó ayer Florence Egal, experta mundial en Nutrición y Seguridad Alimentaria.
Egal, que trabajó durante más de 20 años para la FAO y actualmente es miembro de la Red Internacional de la Alimentación Urbana de Roma (International Urban Food Network), alertó en el marco de las jornadas de Alimentación, Nutrición Comunitaria y Sostenibilidad que se están celebrando en la Isla, sobre los riesgos de la monocultura que impera actualmente en el ámbito de la alimentación y que está "desplazando" a las tradiciones locales. "Siempre usamos las mismas variedades, de modo que todo termina en el supermercado exactamente de la misma manera. Así vas destruyendo la biodiversidad, en vez de mirar en este clima qué es lo que podría crecer, metes plástico por todas partes y vas produciendo grandes cantidad de alimentos plastificados que ya no tienen gusto y que probablemente están contaminados".
La experta independiente en seguridad alimentaria, nutrición y medios de vida, hizo hincapié en las desigualdades sociales existentes en la actualidad, "a unos niveles nunca vistos" y lamentó el retroceso que ha sufrido la agricultura local. "Yo vengo de una familia de agricultores, y todos abandonaron la agricultura porque ya no puedes vivir de ella, te encuentras endeudado, y los padre empujan a sus hijos a hacer otras cosas. Por tanto estamos en un sistema que no funciona ni en lo social, ni en lo ambiental, ni en salud, ni en placer, ni en nada".
Para Egal, las claves de un sistema de alimentación eficaz y sostenible está en priorizar la demanda frente a la oferta. "En lugar de estar pensando en producir alimentos y después ya sabremos quien los va a comprar y cuánto vamos a tirar, habría que mirar primero que es lo que queremos comer para comer más sano, con gusto, respetando a los trabajadores involucrados en toda la cadena, y que sean sostenibles, compatibles con el ambiente".
En este empeño, la especialista aboga por darle un mayor protagonismo al consumidor frente a los mercados. "En vez de estar mirando siempre la oferta, debemos atender primero la demanda. Los consumidores tienen que tener un papel muy importante, porque ellos ven las diferentes dimensiones de esta problemática, no aquellos que están en una institución o en una empresa, y que ven sólo un aspecto porque su trabajo es hacer funcionar ese aspecto, pero no se dan cuenta que muchas veces están desequilibrando todo el contexto, y si se dan cuenta no les importa".
Egal defendió el papel de los mercados locales y los productos de cercanía, para garantizar que la gente, en cada zona determinada, pueda comer bien, ganarse la vida y seguir en esa zona. "En esta isla crece de todo, se podría aprovechar esto en vez de exportar y de importar el resto. En los hoteles de todas partes te dan pedazos de plástico con mermelada producida no se sabe donde, sin sabor ni nada. Tenemos un sistema basado esencialmente en consideraciones económicas y esto no es sostenible", concluyó.
