La población come el doble de proteínas animales (carnes, pescados y huevos) de las que necesita. Este consumo excesivo redunda en la salud, por lo que los expertos en alimentación recomiendan elevar a más de tres veces por semana la ingesta de legumbres, ricas en proteína vegetal y fibra, fundamental en una alimentación sana que, además de su valor nutricional, presentan otra ventaja, su bajo coste.
Esta es una de las conclusiones de las jornadas Alimentación, Nutrición Comunitaria y Sostenibilidad, dirigidas por el catedrático de la ULPGC Luis Serra Majem, y que reúne desde ayer en el Hotel Escuela de San Brígida, a 30 expertos nacionales e internacionales, bajo la organización de la Academia Española de Nutrición, el Instituto Universitario de Investigaciones Biomédicas y Sanitarias de la Universidad de Las Palmas, y la Fundación para la Investigación Nutricional.
En este marco, Gemma Salvador Castell, de la Agencia de Salud Pública de Cataluña, destacó las bondades de las legumbres "por su gran calidad nutricional, bajo precio, y enorme versatilidad gastronómica", durante su ponencia titulada Economía y cesta de la compra.
Gemma Salvador desmontó la teoría de que comer sano es más caro y defendió que realmente se puede comer con "las tres b": bueno, bien y a buen precio.
"Tenemos la sensación de que para comer bien y de forma saludable hay que invertir más presupuesto, pero en base a los datos de compra de las familias en España, podemos decir que eso no es cierto. Modificando el tipo de compra podemos hacer una alimentación más saludable, sostenible y a un mejor precio, porque gran parte de nuestro presupuesto en alimentación se invierte en productos de origen animal, y hacemos un consumo excesivo de los mismos. La recomendación es reducir de forma progresiva el consumo de carnes, pescados, y aumentar los vegetales, a poder ser de proximidad, sobre todo frutas, verduras, hortalizas estacionales; harinas de grano entero, papas y legumbres".
Salvador hizo hincapié en el consumo de granos tres veces por semana, "para aumentar la ingesta de fibra. Comemos poca fibra, y así solucionaríamos el problema". En esta defensa coincidió Javier Aranceta, profesor de Nutrición Comunitaria y de Medicina Preventiva de la Universidad de Navarra y presidente del Comité Científico de la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria, que habló de La sostenibilidad en las guías alimentarias.
"Hay claves diferenciales respecto a guías anteriores, como incentivar más el consumo de alimentos hechos con cereales de grano entero, que la grasa predominante sea el aceite de oliva, preferentemente no refinado; y se recuperen las legumbres, tienen un gran valor nutricional, en proteínas, y sin embargo el coste energético es mucho mejor que el de las carnes". Aranceta alertó de que se consume la mitad de frutas, verduras y hortalizas de lo recomendado; y del riesgo de consumir suplementos nutricionales sin consultar al especialista.
