Segundo día de las XVI Jornadas de Historia de la Iglesia en Canarias con el tema central "La religiosidad popular en Canarias. Aproximación histórica." Ma Milagros Cárcel Ortí, profesora titular de la Universidad de Valencia, abrió la tarde con Metodología para la investigación en la Historia de la Iglesia local.

Cárcel Ortí explicó cómo se inicia una investigación histórica y se apoya en Umberto Eco, recordando que el tema responde a los intereses del autor, las fuentes deben ser asequibles y manejables. La metodología de investigación debe estar al alcance de la experiencia del autor.Es importante conocer lo que otros estudiosos han dicho sobre el tema y así poder abordar aquello sobre lo que nadie ha considerado. Será necesario darlo forma, hacerlo comprensible para quien lo lea, ordenar datos, ideas, adiestrar la memoria. Importante recurrir a las fuentes históricas, en este caso los archivos eclesiásticos.

Otro momento correspondió a la ponencia de Graciela García Santana, del Departamento de Historia de la Iglesia, sobre "las visitas de Buenaventura Codina". Estamos ante un Pastor misionero preocupado por las personas bajo su cargo. Nace en Hostalrich (Gerona) en 1785 y en 1803 se ordenaba misionero de San Vicente de Paúl en Barcelona. El 17 de diciembre de 1847, Pío IX le nombró Obispo de Canarias. Con Codina llegó primero el padre Claret para el pueblo y los jesuitas para el Seminario después. En 1851 aparece el cólera morbo en Las Palmas de Gran Canaria, situación en la que Codina se mostrará fuerte para contagiar esperanza, constantemente al lado de los pobres. Siempre misionero hasta su muerte el 18 de noviembre de 1857, se le enterró en la Catedral.

Concluyó la segunda jornada ayer con Eloy Alberto Santiago, profesor del Instituto Teeológico, y su conferencia: El Sínodo Diocesano de 1947: El ideario pastoral del obispo Pildain. Se trata de un sínodo eminentemente pastoral, más que disciplinar. Así lo vemos en los temas tratados recogidos en sus distintos libros. Las constituciones sinodales llegan a altos niveles de concreción, señalando acciones particulares a realizar e indicando el seguimiento de las mismas a través de los organismos eclesiales. Los once libros que forman las Constituciones sinodales podrían clasificarse en dos bloques, unidos por un capítulo más disciplinar, el libro V. Una primera parte, libros del I al IV, ofrecen el contenido más sustancial, las tres principales preocupaciones pastorales de Pildain: la lucha contra la ignorancia religiosa, la preocupación por la cuestión social y la cruzada contra la inmoralidad. La segunda parte sería la aplicación de los principios generales a los sacerdotes, religiosos, seminaristas, Acción Católica y familias. De todos modos, los curas párrocos son los principales destinatarios a quienes se les exige celo en su misión y fidelidad en el cumplimiento de las indicaciones dadas. Según Agustín Chil, el Sínodo de 1947 viene a ser como el "ideario pastoral del Obispo Pildain". Aspectos tratados en el Sínodo como la moralidad y acepción de personas en la Iglesia, aparecerán en posteriores escritos de Pildain, e incluso en su participación en el Vaticano II.