La Provincia - Diario de Las Palmas

La Provincia - Diario de Las Palmas

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Entrevista a Graciela García Santana

"El obispo Codina llegó en el mejor momento para ayudar a Canarias"

"La clase política reconoció y siempre alabó su labor como persona eficiente y co buenos contactos", asegura la profesora de Historia de la Iglesia

Graciela García Santana, ayer en el Instituto Superior de Teología en el campus de Tafira. JOSÉ CARLOS GUERRA

¿Qué propósito perseguía el obispo Codina con sus visitas?

Básicamente ayudar a los pobres y luchar contra el cólera morbo. Se dedicó a la misión ya que para él lo principal, por encima de todo, eran las visitas pastorales. En primer lugar así actuaba cuando hacía las visitas pastorales en la Península a las Hijas de la Caridad. Y luego, al llegar a las Islas, en Gran Canaria y Lanzarote que atravesaban una situación muy precaria.

¿Cómo logró que se instaurara la formación del clero?

Primero trae al padre Claret. Y él, con su preocupación por el seminario, trae a su vez a los Jesuitas. Lo más importante era la formación en todos los aspectos. No solo para los desamparados, sino también para los futuros sacerdotes, con la intención de que desarrollaran su labor misional en la diócesis. Por eso, lo que era su trabajo pastoral estaba centrada siempre en la misión. Y, en particular, con las visitas.

¿En qué contexto histórico llegó el obispo Codina a las Islas?

Viene a mitad del siglo XIX. En el 47 es el nombramiento y llega en el 48. El cólera morbo brota en el 51 y él trabaja para erradicarlo con todas las vicisitudes que lleva hasta su muerte en el 57. Se trata de una época en plena monarquía de Isabel II. Vive toda la Guerra de la Independencia en Cataluña y por eso se tiene que ir refugiado a la Baleares. Luego le impacta el tema de la pobreza y la miseria en Canarias.

¿Su fama como uno de los grandes obispos que ha habido en las Islas es del todo merecida?

Sí, fundamentalmente por cómo reacciona con el tema del cólera morbo. Se daban una circunstancias absolutamente penosas y tristes cuando la ciudad prácticamente se queda sitiada por las condiciones sanitarias de la época. Y el cólera ataca además a los barrios más pobres . La mayoría de la gente sale para intentar librarse de esta epidemia, pero él se queda con muy pocas personas al frente intentando organizarlo todo. Era la persona de consuelo para la ciudad. En ese momento es cuando tiene ese reconocimiento. Yo creo que el obispo Codina representa el saber estar ante la adversidad.

Aparte de luchar contra la enfermedad y la pobreza, ¿cuáles eran sus retos principales?

Siempre buscaba la formación de las personas en todos los aspecto. De este modo, estaba preocupado por llevar a sacerdotes bien formados. Trae al padre Claret que era un gran orador, pero se encuentra también con que el seminario de Canarias necesita gente. Codina era sacerdote de la Congregación de la Misión de San Vicente de Paúl, y por eso intenta traer a los llamados Padres Paules, pero el padre general no se lo permite. Es entonces cuando tiene contacto con los jesuítas a los que trae para el seminario de Canarias. Esa es básicamente su gran preocupación.

¿Y hasta qué punto consigue lograr todos sus objetivos?

El seminario funcionó muy bien a partir de él. Tuvo un cierto reconocimiento de la clase política que siempre alabaron su valor. Todos le habían visto su parte humana y su saber estar cuando las cosas se ponían duras. A partir del cólera hay un antes y un después en el obispo Codina en canarias. De hecho, él va después a la Península y se le hacen muchos encargos porque sabían que era una persona eficiente, que tenía muchos contactos y que aceptaba todo. Por otro lado, en la parte del obispado, en lo que corresponde a los canónicos, al llegar choca con un grupo de la catedral de Canarias que no le entendían, un grupo que no comprendía la forma que tenía de hacer las cosas. Y es que el obispo Buenaventura Codina era un liturgista muy perfecto y ortodoxo, pero después ya las cosas cambiaron.

¿Cómo definiría brevemente su trabajo en las Islas?

Codina fue un obispo que llegó en un momento adecuado para ayudar a cambiar la situación que atravesaba Canarias. Siempre estuvo muy preocupado por todos los pobres de las islas. Es sin duda una de las figuras más importantes de la historia del Archipiélago. Aunque hay que decir que cada uno de los obispos tiene un aspecto muy diferente en su forma de actuar. Pildain también era muy de los pobres. Pero Codina tenía ese perfil de persona preocupada por los demás hasta el límite.

Compartir el artículo

stats