Con el firme objetivo de colocar a su proyecto en la gran final del certamen formativo Ciberlandia, cuatro centros educativos de la isla de Gran Canaria tomaron parte en la fase avanzada de la cuarta edición de esta iniciativa, lo mismo que harán entre hoy y mañana el resto de participantes grancanarios en uno de los templos de la ciencia de Las Palmas de Gran Canaria.
En esta ocasión, los colegios Utiaca, Salvador Manrique de Lara, José Manuel Illera de la Mora y Atlantic School -uno de los rivales a batir tras sus victorias de los últimos años-, se encargaron de romper el fuego en la penúltima ronda de la cuarta edición de este programa. Cada uno de ellos estuvo representado por seis alumnos.
Ciberlandia, en 2016, aborda la temática de los heliostatos robóticos. Se trata de recrear una idea innovadora y avanzada tecnológicamente desarrollada en la aldea italiana de Viganella, en el valle de Rjukan, en Noruega, y en el pueblo austriaco de Rattenberg. Estas tres localidades tienen en común que la luz solar no puede llegar a iluminar sus calles durante meses debido a su orografía. Esto conlleva una serie de consecuencias negativas para la población de estos lugares.
La idea desarrollada consistió en la construcción de una serie de heliostatos, dispositivos capaces de rastrear el movimiento del sol. Se utiliza para orientar un espejo, durante el día, con el fin de que éste refleje la luz del sol en una dirección concreta. Cuando se unen varios heliostatos para que trabajen a la vez, la luz que se emite puede generar una gran cantidad de luminosidad y calor orientados hacia un mismo objetivo.
Con esta idea de fondo, los escolares construyen sus propios heliostatos robóticos con sensores, motores, unidad de control, cableado, engranes, ejes y piezas de carácter estructural. A continuación estos robots son programados para cumplir con el propósito de iluminar un área de una maqueta de uno de los pueblos. En las fases avanzadas de la iniciativa esta maqueta inicial irá tomando forma con las aportaciones.
Alexis Quesada es el responsable del proyecto. El director del Instituto Universitario de Ciencias y Tecnologías Cibernéticas, dependiente de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, afirma que en la presente edición "se han superado las expectativas previstas y se demuestra que hablamos de una iniciativa totalmente consolidada".
Novedades
Destaca dos novedades importantes con respecto a las anteriores ediciones: "La primera es la implicación por primera vez de la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología, lo que nos ha permitido ampliar las miras. Nunca antes habíamos alcanzado la cifra de cuarenta centros y más de 1.200 alumnos, que son datos mayores".
En la parte técnica, por su parte, resalta que en 2016 los alumnos participantes han podido trabajar usando la herramienta Open-Roberta, una plataforma robótica de programación on line abierta y gratuita, que les ha permitido trabajar con un simulador en web y luego trasladar esos resultados a la plataforma que usan en el proyecto para Ciberlandia.
A esta fase avanzada, que se inició ayer y que es el preámbulo de la gran final, se llega después de una etapa inicial en la que tomaron parte unos treinta alumnos por cada centro participante.
José Carlos Rodríguez es uno de los expertos que orienta a los jóvenes en el desarrollo de su proyecto. Según él, la actitud de los jóvenes es "100% entusiasta y receptiva". "Se trata de que los chicos y chicas tengan un primer contacto con el mundo de la robótica y todo lo que la rodea, que son materias que normalmente no abordan en su centro de estudios. Aprecian que, cuando ven un robot en una película, todo tiene un gran trabajo detrás. Es un mundo atractivo para ellos, pues no se trata de materias tan áridas como a las que están acostumbrados en las aulas".
