La clausura de las XVI Jornadas de Historia de la Iglesia en Canarias, en la sede del Instituto Superior de Teología (Istic), en el campus de Tafira, se inició ayer con la conferencia de Julio Sánchez, que habló del obispo Manuel Verdugo y Abiturría en el bicentenario de su fallecimiento. Nace Verdugo en Las Palmas de Gran Canaria en 1749 . El 27 de junio de 1796 es nombrado Obispo de Canarias por el papa Pío V. "Se trata del único canario obispo de la diócesis de Canarias, que ha tenido ya 68 obispos desde su creación en 1404", señaló Julio Sánchez. Partidario de la abolición de la Inquisición, ilustrado, con Verdugo hubo cinco bajadas de la Virgen del Pino a la ciudad. Falleció en Las Palmas en 1816. Su sepultura se encuentra en la capilla del sagrario de la catedral.

La segunda ponencia correspondió a Elías Francisco Zait, del departamento de Historia de la Iglesia del Istic, que disertó sobre "la religiosidad popular en el arte en Canarias". Una serie de consideraciones y reflexiones sobre la historia de la Iglesia y el arte cristiano popular.

La ponencia final correspondió a Segundo Díaz, profesor doctor del Istic, que analizó "los pobres y la cuestión social en Monseñor Pildain". Este análisis ha tenido dos partes. Una primera es la etapa de 1937 a 1950, se consideran dos momentos: de 1937 a 1940 primeros años de su ministerio episcopal y la preocupación por los pobres; y de 1940 a 1950, magisterio sobre cuestiones sociales: seis pastorales sociales y una carta circular.

Un último momento de esta disertación es de 1951 a 1966, segunda parte del episcopado de Pildain. Su magisterio está más centrado en otras cuestiones de moral de modas, costumbres, fiestas cristianas y bailes modernos, deshonestidad en las playas, los carnavales, etc. En este periodo destaca la pastoral de Sindicatos (1954), indicó Díaz, momento denso en su labor pastoral con situaciones de conflictividad. También hay toda una serie de actuaciones en las que queda patente su preocupación por las cuestiones sociales y los pobres, presente siempre en su ministerio.

Durante todo su episcopado, con una cuarentena de documentos, entre cartas pastorales y exhortaciones episcopales, se contempla la cuestión social en 16 de sus textos. En ocho expresamente, y en otros ocho, a propósito de diferentes cuestiones. Pildain, según el estudio de Segundo Díaz, es un divulgador de la doctrina de los papas. Las pastorales sociales no son directamente una reflexión para poner en crisis el sistema social vigente. Los problemas sociales de su enseñanza episcopal han sido salarios, precios, vivienda, instrucción y educación, seguros de enfermedad y vejez; también destacan como temas de su preocupación episcopal el paro, el comunismo, estraperlo y corrupción. Todos se refieren al reparto justo de los bienes de la tierra para toda la humanidad, que defendía el prelado en la consideración de la problemática de Canarias, Pildain "fija la atención en la mayoría de los problemas con sentido crudo y realista", afirma Segundo Díaz

Ante campañas o consignas, como las de Acción Católica o la de la cruzada del rosario en familia, aprovecha Pildain para orientarlas bajo el aspecto de la doctrina social de la Iglesia. En la catedral de Canarias dice el epitafio de su tumba: "Pastor amante de los pobres". Testimonio lapidario para la posteridad, de la vida y obra de un obispo que quiso e hizo la Iglesia de los pobres, según el conferenciante.

Tras la conferencia de Segundo Díaz tomaron la palabra Juan Carlos Arencibia, Cristóbal Déniz, y el obispo Francisco Cases, que cerró las jornadas con gratitud por los temas abordados y destacó la importancia del Instituto Teológico (Istic) en la vida diocesana.