El Museo Elder de la Ciencia y la Tecnología inauguró ayer un nuevo espacio denominado Blue Dot, dedicado a la observación de la Tierra desde el espacio. El Elder abre así su propio 'punto azul', en el que se pretende divulgar los procesos globales que tienen lugar en el planeta. Así, las corrientes oceánicas y atmosféricas, el movimiento de las placas tectónicas o los cambios en la cubierta vegetal "son mostrados en un novedoso sistema de proyección esférica que permitirán ver nuestro planeta en movimiento", informó el Museo.

El módulo más llamativo del área es un sistema integral de ordenadores y videoproyectores para emitir imágenes científicas sobre una esfera de aproximadamente un metro de diámetro: un globo terráqueo gigante, digital y animado. Imágenes y vídeos de la dinámica atmosférica, el cambio climático, la temperatura y las corrientes oceánicas, las variaciones estacionales en el desarrollo de la vegetación o el impacto del ser humano en la composición de la atmósfera, pueden ser mostradas en la esfera y utilizadas para explicar el complejo sistema global que es nuestro planeta y los procesos que a escala planetaria en él ocurren.

El área se completa con pantallas interactivas donde el público puede seleccionar y visionar más de 40 animaciones agrupadas en cuatro grandes áreas: hidrosfera, geosfera, atmósfera y biosfera; una pequeña zona destinada a la emisión de documentales y varias infografías y gráficos que servirán de apoyo didáctico a las explicaciones, shows y talleres que se realizarán en esta zona.

Las animaciones y datos que se utilizan en Blue dot, cuentan con el máximo rigor científico, al ser supervisadas y producidas por la agencia espacial estadounidense (NASA) y la Agencia Espacial Europea (ESA).