Enseñar a los escolares a comer bien, de forma variada y saludable para luchar contra la obesidad, la diabetes y las dolencias cardiovasculares. Este es el último reto que se ha marcado la Real Academia de Gastronomía Española que ahora exporta al resto de Europa la idea de incorporar al sistema educativo los conocimientos de alimentación y educación del gusto entre los alumnos de infantil y primaria. El siguiente paso, una vez presentada ya la Real Academia de Gastronomía europea, será impulsar un máster universitario sobre ciencia y cultura culinaria, explicó ayer Rafael Ansón, presidente de la institución española y europea que subrayó en un desayuno en el Palacio de Santoña de Madrid que el paladar solo se puede educar a base de probar la comida.

"Es lo que hacían nuestras madres y abuelas: pasarse horas haciéndonos comer las acelgas y las frutas", añadió muy satisfecho de que para el próximo mes de septiembre se incorporen a las actividades extraescolares de varios colegios la posibilidad de aprender a comer bien. Aparte de los conocimientos teóricos sobre los alimentos, el programa incluye talleres para la elaboración de menús y visitas de los escolares a huertos y mercados. En esta labor, con la que colabora el Ministerio de Educación, será fundamental el papel de los profesores y padres de estos alumnos que se dividirán en grupos de tres a seis años y de seis a nueve años.

La alimentación de los niños españoles es ahora demasiado homogénea y contiene en exceso calorías, grasas saturadas y azúcares. "No podemos seguir así porque cada vez son más los menores de 12 años con obesidad o sobrepeso", alertó el experto gastronómico, quien recordó que la Organización Mundial de la Salud ha avisado de que la obesidad es ya una pandemia mundial hasta el punto de que fallecen más personas por mala alimentación que por hambre.

Para evitar esta alarmante situación, la Real Academia de Gastronomía Española recomienda volver a los principios de la Dieta Mediterránea y consumir productos de calidad y proximidad que además sirvan para ayudar de esta forma a que haya más pequeñas explotaciones agroalimentarias que garantizan alimentos y bebidas saludables.

"En España tenemos 17 diferentes cocinas", celebró Rafael Ansón, quien no dudó en mojarse para reconocer a la asturiana como la más completa y a la catalana como la más variada. "La andaluza es también muy buena porque tiene la mezcla de las tres culturas y la canaria no está nada mal", añadió.

La alimentación supone además el 15 por ciento del Producto Interior Bruto español y es el único sector en el que se creó empleo durante los últimos cuatro años de crisis. El 15 por ciento de los extranjeros que visitan España lo hacen motivados por su variada y sana gastronomía. La actividad cultural mejor valorada por su creatividad es también la gastronomía, seguida de la moda española.