Las enfermedades respiratorias crónicas, como el asma, están asociadas con una mayor prevalencia de sintomatología depresiva y de ansiedad, especialmente en los ancianos, según un estudio de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (Separ), en el que se analiza la influencia de estas patologías en la calidad de vida de personas asmáticas, en diferentes grupos de edad.