El catedrático de Anatomía Patológica Veterinaria de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, Antonio Fernández, ha sido seleccionado por el Gobierno de Chile para formar parte del grupo científico internacional que estudiará el varamiento de 300 ballenas en el citado país, la mayor mortalidad de estos cetáceos referenciada en el mundo.

Fernández, responsable, junto a su grupo del Instituto Universitario de Sanidad Animal (IUSA), de la investigación de causas de varamiento y patologías de la Red de Varamientos de la Islas Canarias, es el único especialista europeo que formará parte del grupo de expertos para esclarecer las causas del varamiento masivo de más de 300 ballenas en la Región de Aysén (golfo de Penas, en la Patagonia chilena).

Completan dicho grupo cuatro norteamericanos: Teri Rowles, coordinadora nacional de Redes de Varamiento en USA; Frances Gulland, miembro de la Comisión de Mamíferos Marinos de USA; William Maclillan de la Universidad de Carolina de Norte; y Kaity Moore, responsable de IFAW (Fundación Internacional para el Bienestar Animal de USA).

Alicia Gallardo, subdirectora de Pesca del Gobierno de Chile, indicó durante la presentación de la investigación que "difícilmente podíamos imaginar que pocos meses después de los primeros hallazgos, seríamos testigos del mayor varamiento masivo de grandes cetáceos del que se tenga registro, con más de 300 ballenas Sei (Balaenoptera borealis) varadas en la Región de Aysén. Estos hechos de inmediato captaron la atención de la ciudadanía, que nos demandó acciones rápidas para esclarecer las causas de este preocupante evento". Y agregó que "así nació la idea de convocar a grupo de expertos internacionales, con el fin de alcanzar un mejor entendimiento de las posibles causas que originaron este fenómeno". Para ello se realizó una selección a través de organismos internacionales, atendiendo a su prestigio internacional en mortalidades masivas de mamíferos marinos.

Este equipo, conjuntamente con investigadores y responsables de la administración chilena, han analizado todos los resultados obtenidos hasta el momento y han concluido en la necesidad de mejorar los protocolos de respuesta e investigación frente a este tipo de eventos, así como realizar mejoras en la norma y en la red de varamiento nacional.

Algunos datos provisionales apuntan a la presencia de biotoxinas en alguna de las ballenas varadas, pero los expertos consideran que existen varias causas, particularmente infecciosas, que deben ser analizadas, y en su caso descartadas, así como otras posibilidades, como algunos fenómenos relacionados con la corriente el Niño, que este año está teniendo importantes efectos en esas zonas.

Al mismo tiempo, se está elaborando un informe científico más detenido para ser presentado en la Comisión Ballenera Internacional este año. Y se prepara la realización de una nueva expedición a la zona para recolectar nuevas muestras para análisis utilizando mejoras en el protocolo, así como la incorporación de especialistas en las futuras expediciones.

La ULPGC, a través del profesor Fernández, ya participó en 2006 en el estudio de la muerte de una ballena en el río Támesis (Londres), y en 2007 en el varamiento de 150 delfines en las costas de Irán.