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Encuentro de Investigación Biomédica y Sanitaria en la ULPGC

La dieta ideal pasa por analizar el ADN

Ordovás, experto mundial en Nutrición, asegura que "no hay alimentos buenos o malos" sino recomendaciones personalizadas según el perfil genético de cada uno

La dieta ideal pasa por analizar el ADN

Las dietas generalizadas tienen sus días contados. La investigación avanza hacia la posibilidad de que cada persona disponga de una dieta ideal en base a un análisis de su ADN. Este es el objetivo de la genómina aplicada a la alimentación, una ciencia en auge de la que es referente mundial José Ordovás, catedrático y director del Laboratorio de Nutrición y Genética de la Universidad de Tufts en Boston (Estados Unidos), que ha participado en el I Encuentro de Investigación Biomédica y Sanitaria de Canarias, celebrado este viernes y sábado en la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad de Las Palmas bajo la organización del Instituto Universitario de Investigaciones Biomédicas y Sanitarias (IUIBS) que dirige Luis Serra Majem, y en colaboración con el Vicerrectorado de I+D+i y el Servicio Canario de Salud.

Durante su intervención sobre La genómica como vertebrador de la investigación biomédica, moderada por el catedrático Pedro Betancor León, Ordovás hizo hincapié en la importancia de la nutrición sobre la salud, y en la "tremenda" influencia de la alimentación "en lo que somos hoy en día". El especialista mundial en nutrigenética indicó que el genoma de las personas se ha ido adaptando a los factores ambientales, a las formas de alimentarse en los últimos miles de años, "y eso ha hecho que diferentes poblaciones hayan adquirido diferentes hábitos de acuerdo con los recursos alimentarios que tenían en el ambiente o en el medio geográfico, de ahí que los mediterráneos tengamos un genoma diferente a los asiáticos... para conseguir ese diálogo óptimo entre nuestros recursos y como funciona en nuestro genoma".

El investigador en Boston indicó que cada persona tiene un genoma diferente que lo diferencia de los demás, no sólo físicamente, sino desde el punto de vista del metabolismo, de como manejamos los alimentos y del riesgo de enfermedad.

"Hasta ahora, en salud pública se han hecho recomendaciones globales, lo mismo para todos, pero eso no es consistente con la realidad de cada día, porque a unos le sientan bien unas cosas, y a otros otras. Ahí es donde llega la revolución genética, una bola de cristal que nos deja entrever el futuro, y en base a lo que hemos heredado de nuestros padres vamos a tener más o menos riesgo de ser obesos, de padecer enfermedades cardiovasculares, o de llegar a ser centenarios".

Apunta que un análisis de ADN puede indicar, por ejemplo, si una persona corre el riesgo de padecer, un infarto a los 55 años y cuáles son las bases moleculares que explican ese riesgo. "Con esa información podemos implementar una serie de pautas, alimentarias, de ejercicio físico..., para ser capaces de acallar ese riesgo elevado y conseguir que esa persona pueda tener una vida saludable a pesar de todo".

Ordovás asegura que "no existen alimentos buenos o malos", sino recomendaciones personalizadas en función de cada perfil genético. "Obviamente hay cosas que en la sociedad actual utilizamos y que no nos hacen falta, como esos alimentos que son calorías vacías".

El experto también hizo hincapié en los avances de la Nutrigenética para combatir la obesidad, uno de los principales males del siglo XXI en las países desarrollados.

"Va a llegar un momento donde un análisis genético nos podrá decir que su obesidad viene de esto, y la manera de recuperar un peso saludable es haciendo esto y lo otro". El experto apuntó que así se acabará con la desesperación actual de tanta gente que van de dieta en dieta sin ningún resultado y a costa incluso de perder la salud.

Otra de las claves que apuntó en el encuentro organizado por el Instituto de Investigaciones Biomédicas y Sanitarias de la ULPGC, fue la necesidad no sólo de personalizar lo "que" se come y "cuanto" se come, sino "cuando" se come. "Cada individuo tiene su ritmo y también se puede jugar con ello al objeto de mejorar su calidad de vida, su salud, y de cara a la pérdida de peso".

Tras rechazar que se "demonicen" alimentos como la carne roja, o el azúcar, Ordovás aconsejó tener una dieta variada, comer de todo en cantidades justas, siguiendo la tradición cultural de cada región, y siempre dentro de un estilo de vida saludable (dormir bien, hidratarse correctamente, hacer ejercicio...).

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