La Provincia - Diario de Las Palmas

La Provincia - Diario de Las Palmas

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Entrevista

García Pérez: "A todo niño que se mueve mucho y no atiende se le dice que es hiperactivo"

"Lo primero que se debe hacer es conocerlos y aceptar que son así", destaca el psicólogo y autor del libro 'Niños y adolescentes inatentos'

El psicólogo Manuel García Pérez, ayer, en el parque San Telmo, en la capital grancanaria. ANDRÉS CRUZ

¿En qué consiste el trastorno que usted define como niños y adolescentes inatentos?

Los niños inatentos son lentos, se visten despacio, comen despacio y tardan un poco en comprender las cosas, pero las comprenden perfectamente. Son niños que fracasan mucho más porque fracasan en los primeros años de Primaria, mientras que los hiperactivos fracasan al final de Primaria. Los hiperactivos son un 3% de la población general y los inatentos entre un 12 o un 13%. Es una cifra elevada por lo que se trata de un problema de interés público. Son niños que fracasan y que suponen un coste a la sociedad, a educación le supone un coste altísimo de profesores de apoyo, de repeticiones de curso... Con este libro queremos presentar específicamente a los inatentos, para que se les considere como un grupo especial, con unas características especiales, que se pongan medidas de detección y de ayuda, y que, por supuesto, se reduzca la administración de psicofármacos. Estos medicamentos tienen sus riegos, porque en determinadas dosis todavía les perjudica más, les hacen más torpes. Incluso, a estos niños, en última instancia, cuando ya no les funcionan los estimulantes, les recetan antipsicóticos.

¿Qué se puede hacer con estos niños?

Lo primero que se debe hacer con estos niños es conocerlos y aceptar que son así. Este niño es lento, por lo cual hay que darle más tiempo. Este niño es eficazmente torpe, pues hay que darle más explicaciones, de alguna manera hay que guiarle. Se le enseña estrategias para dirigir la atención, estrategias para analizar los problemas de matemáticas, estrategias para analizar un texto... Cuando un niño es bajito, se le pone una escalera para que suba, no se le puede decir que pegue saltos para colgar el abrigo. En el caso de los inatentos debe ser igual. El entorno se ajusta al niño. Para ello tenemos unas adaptaciones metodológicas en el aula que son darles más tiempo, sentarlos delante, darle explicaciones complementarias, y en las evaluaciones ponerles menos tareas o darles más tiempo, porque siempre salen perjudicados.

¿Cómo se puede detectar a un alumno inatento?

Es un niño que habitualmente desde los cuatro o cinco años se le ve distraído, ensimismado, está como en las nubes, es lento, se lava despacio, se lava los dientes despacio, prepara las cosas despacio... Dicen que está desmotivado, pero no es así, el niño lo hace todo, pero lo hace despacio. A base de presionarle y presionarle, al final se aburre y no quiere hacer las cosas. El niño lo hace todo, pero tarda un poco más. Nosotros enseñamos a padres y profesores una foto de un equipo de baloncesto en el que unos miran a la izquierda y le preguntamos: "¿Dónde está el niño inatento?". La respuesta es que el inatento no está en la foto, está llegando. Son niños que tardan en comprender lo que se les explica, pero lo entienden. Antes se pensaba que eran torpes, sin embargo, cuando se les pasa un test de inteligencia que no tiene nada que ver con la velocidad, sacan buena puntuación.

¿Qué diferencia existe entre un niño con trastorno por déficit de atención (TDA) y uno que está desmotivado?

Un perro dálmata se caracteriza porque desde que nace tiene la piel blanca con machas negras, pero si al perro le salieron las machas negras hace dos años, no es dálmata. Es decir, hay que buscar una pauta desde la primera infancia, desde los tres o cuatro años de edad, y que se dé siempre, en todo lugar y en todo entorno. No es difícil, lo difícil es lo que no conocemos.

¿Los profesores están formados para detectarlos y atenderlos?

No, no están formados. El cuadro de profesores del país es muy grande. Por ejemplo, en Canarias hay que destinar mucho esfuerzo y muchos recursos para formarlos a todos. La comunidad ha hecho esfuerzos estos últimos años para formar a los profesores en el TDAH (trastorno por déficit de atención con hiperactividad). En general, las cosas van mejor para los hiperactivos porque a los profesores se les ha dado cursos, sin embargo, no se les ha dado información sobre los inatentos. Los hiperactivos son un 3% nada más. Ahora nos encontramos con profesores que nos dicen que en su centro la mitad de los alumnos están diagnosticados con TDAH y nos preguntan si eso es posible. La respuesta es no, a no ser que tengan a los de toda la ciudad.

¿Significa eso que se diagnostican mal?

Se diagnostican mal. A todo niño que se mueve mucho y no atiende, ya se le dice que es hiperactivo. Eso no es así. Los psiquiatras americanos la liaron en 2013 diciendo que los síntomas del TDAH pueden aparecer a partir de los 12 años de edad. Es decir, que al dálmata le salen las manchas a partir de los 12 años. Eso es para fomentar el consumo de fármacos y las consultas. Algunos profesionales tienen buena fe y se dejan llevar por las influencias, pero otros no, otros lo saben.

¿Defiende entonces que hay un interés detrás de estos diagnósticos?

Por supuesto. El gobierno de Australia ha hecho público un informe demoledor que dice que hay muchísimos diagnósticos erróneos y una excesiva medicación a menores.

Compartir el artículo

stats