Fue Carlos XVI Gustavo uno de los que abrió camino a los matrimonios morganáticos en las monarquías europeas al casarse con la azafata alemana Silvia Sommerlath. Ya era rey, pues en 1973 subió al trono con 27 años, tras morir su abuelo, Gustavo VI Adolfo, y ser huérfano de padre cuando aún no era más que un bebé. Los suecos quieren a su monarquía y así lo expresan en calles, comercios, bares y restaurantes con fotos y detalles de los Bernadotte.

Sólo les piden ejemplo y saber hacer bien su papel como dignos representantes del país. Cuenta la prensa sueca estos días que el ya septuagenario Carlos Gustavo está algo molesto por las críticas que recibe del pueblo, quien para el cumpleaños ha hecho de tripas corazón y olvidado algunos de sus escándalos pasados. La Reina Silvia, tres años mayor, parece que también ha preferido olvidarlos.