El pasado junio, el agujero negro V404 Cygni a 8.000 años luz de distancia de la Tierra regaló a los astrofísicos una erupción tras 25 años de período de inactividad. El Gran Telescopio Canarias (GTC) lideró la observación del fenómeno y durante su análisis descubrieron la presencia de un viento de material neutro. El hallazgo, observado por primera vez en un agujero negro, ha sido publicado en la revista Nature.

Este viento, detectado por primera vez en un sistema de este tipo, se mueve a gran velocidad (3.000 kilómetros por segundo) para poder así escapar del campo gravitatorio del agujero negro. Su presencia permite explicar por qué la erupción, a pesar de ser luminosa y muy violenta -con continuos cambios de brillo y eyecciones de masa en forma de chorros que se detectan en ondas de radio-, fue además muy breve (tan solo dos semanas).

Al final de esta erupción, las observaciones del GTC revelan la presencia de una nebulosidad formada por material eyectado por el viento. Este fenómeno, que ha sido observado por primera vez en un agujero negro, permite además estimar la cantidad de masa expulsada al medio interestelar.

En concreto, el investigador del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC) y primer autor del artículo, Teo Muñoz, explica que "el brillo de la fuente junto con la gran área colectora del GTC ha permitido no solo detectar el viento, sino estudiar la variación de sus propiedades en escalas de tiempo de minutos".

"La base de datos recopilada es probablemente la mejor jamás obtenida para un objeto de este tipo", añadió el investigador del IAC antes de concluir que "esta erupción de V404 Cygni, por su complejidad y por la gran cantidad y calidad de las observaciones obtenidas, nos va a ayudar a entender cómo los agujeros negros tragan materia a través de sus discos de acreción."

"Creemos que lo que hemos observado con GTC en V404 Cygni sucede, al menos, en otros agujeros negros con discos de acreción de gran tamaño", concluyen Jorge Casares y Phil Charles, dos de los descubridores de este agujero negro en 1992 y coautores del artículo publicado en la revista Nature.

El Rey como testigo

El 15 de junio de 2015, el agujero negro V404 Cygni entró en erupción después de más de 25 años de inactividad. Durante este periodo su brillo aumentó un millón de veces en unos pocos días, convirtiéndose en la fuente más brillante del cielo en rayos X. El GTC, en el Observatorio del Roque de Los Muchachos en La Palma, comenzó a realizar observaciones espectroscópicas el día 17 de junio, mediante la activación de un programa de oportunidad, específicamente diseñado para este tipo de eventos por investigadores del Astrofísico de Canarias.

Las observaciones fueron realizadas con el instrumento Osiris de GTC, y se prolongaron durante las dos semanas que duró la erupción, en ventanas de entre una y dos horas por noche. Además, el trabajo ha incluido tanto observaciones en rayos X por los satélites Integral y Swift, como datos del radio interferómetro AMI, en Reino Unido.

Tal y como se ha hecho constar en los agradecimientos del artículo publicado, nueve de las series de datos tomadas durante la noche del 27 de junio, fueron adquiridas con el GTC en presencia del Rey Felipe VI, quien asistió a las observaciones coincidiendo con el 30 aniversario de los Observatorios de Canarias. El monarca español pudo observar de primera mano la excepcional fenomenología mostrada por este agujero negro.