El Hospital Insular, en colaboración con el Instituto Tecnológico de Canarias (ITC), ha diseñado e implantado la primera prótesis de pared torácica fabricada en 3D. La paciente intervenida, de 54 años, carecía de esternón completo y de seis costillas como consecuencia de un tumor esternal.
El cirujano torácico encargado de la operación, José Ramón Cano, aseguró ayer que el Insular es el primer hospital del mundo en reconstruir una caja torácica de estas dimensiones. "Es una nueva técnica de reconstrucción, en la que hemos empleado la primera prótesis funcional diseñada en 3D con flexibilidad", subrayó el especialista ayer en la presentación de esta técnica en el hospital grancanario.
La prótesis fue elaborada con tecnología 3D, en titanio y con la medida exacta de la paciente para que supliese la falta del esternón y de seis costillas (tres en cada lado). José Ramón Cano señaló que las principales ventajas de la nueva prótesis, en comparación con las tradicionales, son que se adapta perfectamente y que es flexible, por lo que facilita los movimientos respiratorios.
La paciente, Eusebia Rodríguez, se operó en el año 2000 de un tumor esternal y ocho años después sufrió una recaída, por lo que pasó de nuevo por el quirófano y se le extirpó el esternón junto con seis costillas. En aquel momento la falta de esternón y costillas se palió con la colocación de una malla metálica rígida, que era el material disponible entonces.
"Este material ofrece una dureza y estabilidad, pero está la posibilidad de rotura, rechazo, intolerancia y, sobre todo, limitación a la hora de realizar los movimientos respiratorios normales, por ser una prótesis rígida", explicó el cirujano torácico, que estuvo acompañado por el subdirector médico del Área Quirúrgica, David Pérez, y el jefe del Departamento de Ingeniería Biomédica del ITC, Donato Monopoli.
En 2015 la malla que le habían colocado a la paciente se rompió, lo que le ocasionó dolores continuos y problemas en la respiración. "Al no tener esternón, porque la malla estaba rota, cuando la paciente respiraba, toda la caja anterior torácica se hundía, lo que le provocaba dolores muy intensos, así como limitaciones a la hora de la movilidad respiratoria y movilidad articular de ambos hombros", añadió Cano.
El cirujano reconoció que el caso era de gran complejidad, ya que había que realizar una tercera operación con los riesgos que conllevaba retirar la malla rota y sustituir todos los huesos faltantes, es decir, el esternón y las seis costillas.
Fue en ese momento cuando los profesionales de la sección de Cirugía Torácica del Insular se pusieron en contacto con el ITC, que contaba con experiencia en biomedicina en la fabricación de prótesis personalizadas apara otras partes del cuerpo.
"Lo primero que hicimos fue una reconstrucción a escala del tórax de la paciente para que la prótesis fuera exclusiva y lo más adaptada a ella", manifestó Cano que mostró el material con el que fue elaborada. "Lo que buscábamos era una prótesis lo suficientemente rígida y estable para soportar cualquier impacto y traumatismo sobre la región torácica, pero también la prótesis debía ser lo más flexible posible para conseguir los movimientos normales. La finalidad era que la prótesis se asemejara a lo que sería un esternón normal", expuso.
Una vez dentro del quirófano del Hospital Insular, a la paciente se le retiró la malla metálica rota que tenía en su interior y se le colocó la nueva prótesis en 3D, que se fijó gracias a una serie de tornillos y un alambre del mismo material.
Cinco días después de la intervención, fue dada de alta. Los médicos confirmaron entonces que efectivamente carecía de dolores y que presentaba las características de un tórax normal, en cuanto a rigidez, flexibilidad y movimientos respiratorios.
