A sus 65 años María del Carmen Fernández estrenó ayer su primera tableta. No se trata de un dispositivo cualquiera, sino de uno especialmente adaptado para pacientes con gran dependencia que persigue hacerles la vida un poco más fácil. Para lograr este objetivo la mutua Asepeyo repartió ayer ocho tabletas e impartió un curso para conocer su funcionamiento y sacarles el máximo partido.
"Es maravilloso. Gracias a la tableta me puedo comunicar con los profesionales médicos sin tener que desplazarme y sin estar pendiente de horarios y citas. Me da más independencia, más libertad. Me gusta todo lo relacionado con la comunicación y encima la puedo llevar en el bolso", celebró ayer María del Carmen, que hace 23 años se cayó por las escaleras de su negocio, un accidente que la dejó desde entonces en silla de ruedas.
María del Carmen ha hecho sus pinitos informáticos con el ordenador, pero hasta ahora no había practicado con una tableta. Nada más recibir el dispositivo lo manejaba con gran soltura, entrando en las diferentes aplicaciones que disponen de unos grandes iconos para favorecer la visibilidad y el manejo. "Una vez me dijeron que no pensara en lo que iba a pasar mañana, que viviera el día a día, y, mira, han pasado 23 años", dijo esta paciente mientras probaba su nueva tableta.
Asepeyo ha empezado a repartir este año por todo el territorio nacional esta herramienta que cuenta con aplicaciones específicas de llamada de emergencias, localizador, atención al usuario y linterna, así como apps dirigidas al entrenamiento cognitivo. "Es una manera de estimular el cerebro de una forma dinámica, se trata de ejercicios que se utilizan para personas con daño cerebral", expuso Belinda García, encargada de enseñar los entresijos del funcionamiento de estos dispositivos.
El presidente del Cabildo de Gran Canaria, Antonio Morales, el subdelegado general de Asepeyo, Jorge Vilanova, y el director autonómico de la mutua, Carlos Franchy, entregaron ayer las tabletas a ocho grandes dependientes como consecuencia de accidente laboral, en un acto celebrado en el Hotel AC Iberia.
"En pleno siglo XXI no podemos permanecer ajenos a la comunicación y a las nuevas tecnologías", apuntó Morales que felicitó a la mutua de accidentes de trabajo y enfermedades profesionales por esta iniciativa. En opinión de Morales, el uso de las tecnologías contribuye a una mayor motivación, favorece la conexión con el entorno, rompe las barreras de la ansiedad, lucha contra la desmotivación y promociona una mayor cercanía con el entorno sociosanitario.
Por su parte, Mario Quino, director de enfermería de la dirección de asistencia sanitaria de Asepeyo, señaló que la mutua dispone de un programa específico de cuidado para pacientes grandes dependientes en el que se incluye la atención sanitaria, la formación y la comunicación. En cuanto a la parte sanitaria, hay un profesional destinado a gestionar y controlar cada 20 o 30 pacientes grandes dependientes. En total, en toda España Asepeyo atiende a 601 personas con estas condiciones. Todos ellas tienen juicio por gran invalidez a raíz de, por ejemplo, lesiones medulares, traumatismos craneoncefálicos o grandes amputaciones en el ejercicio de su labor profesional.
"Cada paciente dispone de un profesional de contacto para los temas sanitarios, además ofrecemos una parte de formación. Este año hemos ofrecido 1.000 plazas formativas, tanto para que el cuidador como para el paciente, de manera que conozca las particularidades de su autocuidado. El tercer bloque es la comunicación, para lo que disponemos de una red social privada de la que forman parte los dependientes y los sanitarios", explicó Quino.
El coordinador de enfermería manifestó que la idea de entregar las tabletas surgió a raíz de la cada vez más evidente brecha digital. "Hay muchas personas que no entran en la red por desconocimiento, por eso decidimos impartir este tipo de cursos", subrayó Quino.
Los contenidos del dispositivo entregado ayer están organizados y elaborados por la Universidad Alcalá de Henares de Madrid para que sean accesibles a los pacientes y a sus cuidadores. "Son aplicaciones propias, diseñadas para controlar la medicación, para cuidarse. Es una herramienta para rehabilitarse y mejorar la comunicación con Asepeyo", manifestó Quino.
Actualmente la situación de dependencia se clasifica en tres grados. El grado más alto es el de gran dependiente. Éste se establece cuando la persona necesita ayuda para realizar las actividades básicas varias veces al día y que, por su pérdida total de autonomía física, mental, intelectual o sensorial, necesita el apoyo continuo de otro individuo.
