La organización internacional de conservación marina Oceana defiende la implantación de un Parque Nacional Marino en El Hierro para proteger la biodiversidad natural de las aguas surgida tras la erupción submarina, permitiendo actividades como la pesca.

Para tal fin, Oceana, la Universidad de La Laguna y el Ayuntamiento de El Pinar organizaron el pasado fin de semana una jornada en La Restinga para dar a conocer a los habitantes de la Isla los hallazgos más recientes sobre las especies que viven en sus profundidades marinas. Estas investigaciones, hechas con el apoyo de la Fundación Biodiversidad, han aportado datos de interés mundial sobre los zifios y han revelado una vida marina nada habitual a grandes profundidades.

Oceana difundió un breve informe con los resultados de su última expedición en el Mar de las Calmas, y entre ellos destacan especies y hábitats singulares, como los arrecifes de coral de profundidad, las esponjas cristal o carnívoras, las ostras gigantes o peces de seis ojos.

A su juicio, la documentación reunida avala la propuesta lanzada por el Gobierno central en 2014 para crear el que sería el primer parque nacional exclusivamente marino de España y proteger la biodiversidad natural de las aguas de El Hierro, permitiendo la práctica de la pesca tradicional.

Por su parte, el proyecto de la Universidad de La Laguna continúa un monitoreo de más de una década de los cetáceos de El Hierro, durante el que se han descrito para la ciencia datos nuevos sobre la historia natural, estructura social y comportamiento vocal y de buceo de los zifios.

En la expedición que realizó Oceana en 2014 a las profundidades del mar herreño se filmaron ejemplares que no se habían grabado anteriormente, y que a su juicio avalan la propuesta de crear el primer parque nacional marino de España. Además, se pone de manifiesto que la situación geográfica de El Hierro hace que en la Isla recalen especies migratorias como cetáceos, tortugas y tiburones pero, además, tiene características propias frente a otras islas del Archipiélago canario, pues sus aguas son más cálidas y atraen a especies como manos de muerto, ctenóoros y gorgonia árbol naranja.

Sin embargo, aún queda mucho por conocer de sus profundidades ya que a poca distancia de costa el fondo marino cae hasta 3.000 metros. Este amplio rango batimérico se traduce en gran variedad especies en poco espacio, y muchas de estas criaturas son extremadamente frágiles o difíciles de hallar en otros lugares.

La expedición que realizó Oceana del 14 de septiembre al 5 de octubre de 2014 fue financiada por el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente y la Fundación Biodiversidad bajo la denominación Montañas submarinas del Atlántico. Para ello se utilizó el catamarán Oceana Ranger que se desplazó al Mar de las Calmas, donde se realizaron inmersiones con buceadores y un robot submarino ROV a 1.006 metros de profundidad máxima.

Volcán

En las zonas cercanas al volcán de La Restinga, la cámara mostró abundantes corales muertos en torno a los 50 metros de profundidad, principalmente el coral árbol (Dendrophyllia ramea) y el coral negro (Antipatella wollastoni), quizá a causa de la erupción que tuvo lugar en 2011, aunque tres años después ya empezaba a estar colonizado por esponjas, corales, hidrozoos y grandes bancos de peces tres colas.

En los fondos más someros, a unos 50 metros de profundidad, aparecen frondosas comunidades de algas que necesitan la luz solar para hacer la fotosíntesis.