La Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias ha testado sus herramientas para afrontar posibles alertas de Salud Pública por ébola, a través de un simulacro de Seguridad Marítima realizado este miércoles bajo la organización del Mando Naval de Canarias en colaboración con la Delegación del Gobierno. Durante el ejercicio, la Dirección General de Salud Pública, el SUC y el Hospital de La Candelaria se encargaron de la coordinación, traslado y asistencia sanitaria especializada de dos casos por sospecha de fiebres hemorrágicas víricas llegados por barco al muelle de Santa Cruz de Tenerife.

El ejercicio, denominado MARSEC 2016, desarrollado a lo largo de la mañana en Tenerife, se centró en el abordaje de un buque dedicado al narcotráfico y trata de seres humanos, bajo amenaza terrorista. Para la ocasión, el SUC desplegó en el Muelle de Santa Cruz de Tenerife un amplio dispositivo integrado por 27 profesionales sanitarios, entre médicos, enfermeros, técnicos de coordinación, gestores de recursos y técnicos sanitarios, una unidad móvil de catástrofes (UMCAT) con Puesto Médico Avanzado y zona de triage de heridos, desde donde se dirigía todo el operativo sanitario, un vehículo de Logística, un Vehículo de Intervención Rápida (VIR), un Vehículo de Coordinación Sanitaria, dos ambulancias sanitarizadas y tres ambulancias de soporte vital básico.

El dispositivo se accionó ante un simulacro de alerta de salud pública por posibles casos de fiebres hemorrágicas víricas a bordo del barco interceptado por La Marina, procedente de un país afectado con casos de esa patología infecciosa. En este sentido, desde la Dirección General de Salud Pública del Servicio Canario de la Salud se ha coordinado la actuación de las instituciones sanitarias de Canarias implicadas que incluyen las labores de evacuación, traslado e ingreso de los pacientes y seguimiento de los contactos de los mismos, que concluye por la recepción de muestras en el Instituto Universitario de Enfermedades Tropicales y Salud Pública para su posterior análisis.

En la última fase del ejercicio participó el Hospital Universitario Nuestra Señora de Candelaria, como centro receptor de dos posibles casos de ébola para su posterior estudio y asistencia sanitaria especializada. Recordemos que dicho centro de la capital tinerfeña es el hospital de referencia en el Archipiélago para la atención especializada y seguimiento de este tipo de pacientes que requieran activar un protocolo de bioseguridad nivel 3.

Para ello, se activó al personal y se procedió a la preparación de las instalaciones que albergan la unidad de aislamiento destinada para tal fin, que además, dispone de sistema de videovigilancia e itinerarios específicos diseñados para circular durante la atención a los pacientes en estudio y seguimiento, contando para ello con todo el material necesario, como son, entre otros, los equipos de protección individual (EPIs) y que requieren un estricto protocolo de colocación previa a la asistencia sanitaria. Los profesionales de La Candelaria que participan en este protocolo son médicos, enfermeros, celadores, auxiliares, técnicos de prevención así como personal de seguridad y limpieza, pertenecientes a empresas externas.