La Dirección General de Salud Pública del Servicio Canario de la Salud del Gobierno de Canarias ha coordinado hoy en Santa Cruz de Tenerife junto con el Servicio de Urgencias Canario (SUC) y el Hospital Universitario Nuestra Señora de Candelaria las funciones de traslado y asistencia sanitaria durante el simulacro de Seguridad Marítima que anualmente organiza el Mando Naval de Canarias en colaboración con la Delegación del Gobierno.

El dispositivo desarrollado se ha centrado en el abordaje de un buque dedicado al narcotráfico y trata de seres humanos, bajo amenaza terrorista. El SUC desplegó en el Muelle de Santa Cruz de Tenerife un amplio dispositivo integrado por 27 profesionales sanitarios, una unidad móvil de catástrofes con Puesto Médico Avanzado y zona de triage de heridos, desde donde se dirigía todo el operativo sanitario, un vehículo de Logística, un Vehículo de Intervención Rápida, un Vehículo de Coordinación Sanitaria, dos ambulancias sanitarizadas y tres ambulancias de soporte vital básico.

Este amplio dispositivo ha supuesto para la comunidad autónoma un simulacro de alerta de salud pública por posibles casos de fiebres hemorrágicas víricas a bordo del barco interceptado por La Marina, procedente de un país afectado con casos de esa patología infecciosa.

Desde la Dirección General de Salud Pública del Servicio Canario de la Salud se ha coordinado la actuación de las instituciones sanitarias de Canarias implicadas, que incluyen las labores de evacuación, traslado e ingreso de los pacientes así como su seguimiento. El proceso concluye con la recepción de muestras en el Instituto Universitario de Enfermedades Tropicales y Salud Pública para su posterior análisis.

Por su parte, el Hospital Universitario Ntra. Sra. de Candelaria intervieno en la penúltima fase de este simulacro con la recepción de dos posibles casos de fiebre hemorrágica para su posterior estudio y asistencia sanitaria especializada.

El centro hospitalario de la capital tinerfeña es centro de referencia en el Archipiélago para la atención especializada y seguimiento de este tipo de pacientes que requieran activar un protocolo de bioseguridad nivel 3.

El personal del centro hospitalario procedió a la preparación de las instalaciones que albergan la unidad de aislamiento destinada para tal fin, que además, dispone de sistema de videovigilancia e itinerarios específicos diseñados para circular durante la atención a los pacientes en estudio y seguimiento. En la prueba participaron médicos, enfermeros, celadores, auxiliares, técnicos de prevención así como personal de seguridad y limpieza del hospital.

Durante el simulacro el centro recibió a una primera ambulancia del SUC que trasladaba a una posible paciente. Tras su llegada a las instalaciones fue conducida en silla de ruedas siguiendo un circuito diseñado para la entrada de estos casos de sospecha hasta la zona de aislamiento. Allí una vez ingresada, se procedió a la extracción sanguínea en dos tubos de hemograma para realizar la confirmación del diagnóstico, cuyo resultado es remitido al Instituto Universitario de Enfermedades Tropicales y Salud Pública.

Luego la ambulancia del SUC se dirigió a la zona de desinfección establecida por el centro hospitalario para las tareas de limpieza y desinfección tanto del vehículo como de su personal, retirando los equipos de protección individual.

A partir de este momento, se procedió al traslado también en ambulancia del SUC de un segundo caso de sospecha al Hospital Universitario. Éste de mayor gravedad, por lo que se efectuó en una camilla con burbuja por el circuito interno marcado por el protocolo de actuación. Mientras la paciente es atendida en la unidad de aislamiento para la recogida de muestras, la segunda ambulancia se dirigió a la zona de limpieza y desinfección.

En la unidad de aislamiento del Hospital Universitario Ntra. Sra. de Candelaria también se procedió al correcto embalaje de las muestras de ambas pacientes en paquetes separados remitidos al Instituto Universitario de Enfermedades Tropicales y Salud Pública.