Un nuevo instrumento se une al arsenal tecnológico del Gran Telescopio Canarias para ampliar sus aún más sus capacidades de exploración y auscultación del universo. Se trata del espectrógrafo EMIR, con el que se hará imagen y espectroscopía en el infrarrojo cercano para ver los objetos más fríos y distantes, y que es trasladado a La Palma en barco desde Tenerife, donde ha sido diseñado, fabricado, ensamblado y verificado.

Ayer comenzó el traslado al Observatorio del Roque de los Muchachos, en la isla de La Palma. Salió transportado en camión de la sede central del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC) para su embarque en el puerto de Santa Cruz. Está previsto que llegue en barco hoy por la mañana y, a continuación, subirá al Observatorio.

"Es un instrumento -señala Francisco Garzón, investigador principal del proyecto- que utiliza técnicas de observación novedosas, con mecanismos de alta precisión, que le dan versatilidad funcional, y en el telescopio más grande del mundo. La suma de estos tres factores hace de él un instrumento potente. Estimamos que se necesitarán de tres a seis meses entre comisionado y puesta a punto de los sistemas de operación, antes de entrar en la fase de observaciones científicas rutinarias. Sin embargo, esperamos obtener datos de calidad científica en los tres primeros meses tras su primera luz."

"Por tratarse de un instrumento criogénico, cuyo interior, en condiciones de operación, estará a unos -200ºC y en vacío, EMIR permanecerá un mes en fase de integración y puesta en operación en las instalaciones del telescopio para sus primeras verificaciones científicas", explica Mary Barreto, gestor técnico del proyecto.

EMIR es un instrumento diseñado, fabricado, ensamblado y verificado enteramente en el IAC. Será otro instrumento multiuso del GTC, como el ya en funcionamiento OSIRIS, un espectrógrafo óptico también diseñado y construido por el IAC.