La Concejalía de Sanidad del Ayuntamiento de Santa Cruz, que dirige el edil Carlos Correa, del PP, ha remitido un informe al área de Servicios Públicos, que preside el concejal nacionalista Dámaso Arteaga, para que active el protocolo municipal de actuación para viviendas de personas que padecen el Síndrome de Diógenes en el caso de Olga Marcilla, la ya conocida como anciana del balcón, cuya historia descubrió la opinión de tenerife.anciana del balcón La Concejalía de Sanidad ha realizado tal informe a raíz de varias denuncias vecinales.

Olga Marcilla, y tal y como contó este periódico el pasado lunes, lleva encerrada en su casa, en el número 10 de la Avenida Islas Canarias de la capital chicharrera, unos diez años, acumulando gran cantidad de basura. Esta mujer, hija de militar a la que nunca le faltó de nada y que era admirada por su amabilidad y por lo bien arreglada que iba siempre, se pasa ahora todo el día asomada en su balcón, pidiendo a gritos, o golpeando con sus manos la pared, que le suban comida a través de una cuerda que ella misma facilita. Olga se niega a salir a la calle porque dice que tiene miedo de que le quiten su casa.

Tiene un hermano que vive en Estados Unidos y varios sobrinos que residen en la Isla, aunque, y según cuentan los vecinos, "pasan totalmente de Olga, ni la cuidan, ni se preocupan ni vienen a verla". Concepción Bethencourt, conocida como Conchi y encargada de la hamburguesería Happy Burger, situada en uno de los locales del edificio de Olga Marcilla, le da de comer todos los días y a todas horas a través de la cuerda. "Esto a mí nadie me lo paga, pero es que me da mucha pena", cuenta.

Juzgado

Olga no quiere salir a la calle pero tampoco permite que nadie entre a su casa. Por ello, y en el caso de que el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife active el protocolo de los casos de Síndrome de Diógenes y Olga se niegue dejar entrar a los operarios de limpieza, al Consistorio chicharrero no le quedará otro remedio que acudir al Juzgado, para que sea la Justicia la que determine qué se puede hacer con este caso.

A Olga Marcilla no le faltan recursos económicos y por eso, señalan fuentes municipales, poco puede hacer el área de Servicios Sociales del Ayuntamiento de Santa Cruz, que dirige el edil Óscar García, del PP, aunque de nada le sirven cuando ni siquiera es capaz de acudir a un banco ni a una tienda a comprar algo de comer. Se niega a abandonar su casa, digan lo que le digan y pase lo que pase.

La historia de Olga, adelantada por la opinión de Tenerife, ha despertado el interés incluso de medios de comunicación nacionales. De momento, y como cada día, sigue asomada en su balcón, esperando que Conchi le suba en la bolsa comida. Los vecinos siguen sorprendidos por el hecho de que nadie "haga nada por esta mujer".