Alrededor de 200.000 alumnos de toda España, bachilleres principalmente, cerrarán este año una etapa de la historia de la educación española, la de Selectividad, pues serán los últimos que se sometan a la Prueba general de Acceso a la Universidad (PAU), que en Canarias se hará el 8,9 y 10 de junio, y la recuperación al mes siguiente (6, 7 y 8 de julio).

Desde la reforma de 2010, la PAU consta de una fase general obligatoria y otra específica voluntaria para subir nota.

La general consta de 4 exámenes (5 si hay lengua oficial autonómica): Lengua castellana y Literatura; Lengua extranjera según elija el alumno (alemán, francés, inglés, italiano o portugués); Historia o Filosofía según decida el estudiante y una materia de modalidad de Bachillerato que él escoja.

El aprobado se consigue con un 5 o más como resultado de sumar el 60% de la nota media del Bachillerato y el 40% de la calificación de la fase general, siempre que se obtenga al menos un 4 en ésta. La validez de esta calificación es "indefinida".

En la fase específica, siempre sobre materias de modalidad, el alumno puede realizar hasta cuatro ejercicios, pero sólo contarán las notas de un máximo de dos materias. La calificación de admisión puede subir así hasta 4 puntos.

La nota de la fase específica tiene validez durante los dos cursos siguientes.

Los alumnos de FP superior, Enseñanzas Profesionales Artísticas y Deportivas pueden acceder directamente con la nota media de estos estudios, que pueden mejorar presentándose a la fase específica de la PAU.

Imágenes de la convocatoria de julio 2015

Nueva evaluación

La Lomce prevé que la nueva evaluación final de Bachillerato, que se efectuará por vez primera al terminar el curso 2016-2017, sea obligatoria para obtener el título de estos estudios secundarios y la que sirva para acceder a los universitarios.

Su resultado no tendrá efectos para el título de Bachiller en 2017, pero contará ya para entrar en la Universidad, con lo que desaparece la PAU.